Una sola noche me bastó
para memorizar cada segundo
y cada centímetro y hacerlos eternos en mí.
Una sola noche
y mil alientos
que serán presos para siempre
en mi escuálido cuerpo.
Una sola noche
para hacerme esclavo
de tu libidinoso ser.
Apareciste en mis 23,
predicho por el capricho,
en la noche que sin saberlo
me buscabas para
renacerme como hombre.
Mil hombres que
pasan por mi cama,
son figuras contraídas
incapaces de suplir
tu secreto que guarda mi cama.
Mientras mi retina
desea tu regreso.
Muchas noches más
deseo para poseerte
y presentar ante ti
mis más oscuras perversiones.
Hay en mi cuerpo
un bocado que te llevaste,
dejando huerfano
al corazón,
que ahora late
sin intención.
- Autor: hEN ( Offline)
- Publicado: 27 de noviembre de 2010 a las 20:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 85
- Usuarios favoritos de este poema: nellycastell
Comentarios1
Un poemas muy bello con matices poéticas hermosas, un abrazo , te felicito
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