EL NÉCTAR DE TU AMOR

Quiero despertar todos los días,

Con el calor de tu piel,

Y alimentarme de tus melodías,

Junto a tus dulces labios de miel,

Y comer cada segundo y hora,

Del néctar puro de tu amor,

Y beber tu fragancia en la aurora,

De tus estallidos seductores de vapor.

Esa fragancia que me quita la sed,

Al intercambiar miradas los dos,

Penetrados y encarcelados en la red,

Tímidos, felices y encerrados.

Más aun con esa sonrisa seductora,

Me eleva con ímpetu al paraíso,

Cada segundo, minuto y cada hora,

Con tu néctar en el tiempo preciso.

¿Cómo no sentir tu suave calor?

¿Cómo no respirar el mismo aire perfumado?

¿Cómo no besar tus labios capullo de flor?

¿Cómo no estar profundamente enamorado?

Al sentir tu aroma tal cual aroma de flor,

Y respirar tu aliento tal brisa de mar,

Que me embriaga y hechiza su calor,

Al igual que una canción al cantar.

Y al penetrar mis ojos en los tuyos,

Y besar tus labios mientras palpitan,

Mi pupila se mezcla entre los tuyos,

Hasta que los tuyos se lo permitan.

Para entonces abrirte cada mañana,

La más hermosa ventana angelical,

Y con paso lento escalar la montaña,

Para beber el agua de tu rico manantial.

Y pintarte con caricias el paraíso de tu ser,

Haciendo poemas con mis besos en tu piel,

Desde el ocaso del sol hasta el amanecer,

Y disfrutar de esta luna de miel.

Pues contigo el tiempo es eterno,

Tal cual ave que se posa en su rama,

Sin importar el verano o el invierno,

Pues el que te escribe, es el te ama.