El tiempo de la eternidad

En un sin fin de sentimientos,

atrapada en un laberinto de pensamientos,

siendo perseguida por mis miedos,

y tu escapándote entre mis dedos...

Los días parecen eternos,

aunque los minutos se pierden en el infinito,

el tiempo su pasar no ha detenido,

a pesar de habérselo pedido...

Palabras que pronunciar no he podido,

Melodías que aún no he escuchado,

Imágenes que quisiera haber borrado,

y tantos otros momentos que me gustaría haber vivido...

La misma vieja historia siempre vuelve a repetirse,

y en un sin fin de páginas mi historia vuelve a escribirse,

para así en mil y un palabras escritas desvanecerse...

Son muchos los caminos que me quedan por atravesar,

pero solo hay una manera de evitar que la historia vuelva a comenzar...

El reloj siempre me desea apresurar

más tampoco quiero más tiempo para pensar,

pues siempre en el rápido correr del tiempo me he de refugiar,

más la calma es difícil de preservar

cuando un secreto se ha de guardar

pero más difícil es aún cuando ese secreto se debe ignorar...

Una búsqueda interminable por encontrar la verdad,

un deseo insaciable por hablar que se pierde en el silencio de la eternidad,

y en miles de segundos se desvanece la tranquilidad...

Encerrada entre miles de espejos

que no muestran ningún reflejo,

me di cuenta que hay muchas cosas invisibles a los ojos,

imperceptibles para todos los sentidos,

más es nuestro corazón el único capaz de sentirlos

pues nuestra mente nunca logrará comprenderlos...

La razón y la lógica pueden entender muchos aspectos

pero fallan al intentar de racionalizar muchos sentimientos...

Cuánto cuesta entender que no todo tiene una explicación,

cuánto nos cuesta cerrar los ojos y escuchar nuestro corazón

más un sentimiento de aparente seguridad es el que nos da la razón

más hay veces que el reloj es nuestra caparazón...

Creemos cuanto más ruido hagamos,

menos sonidos van a ser escuchados

Creemos que en una palabra

podemos ahogar miles de sentimientos

o callar una invasión de pensamientos...

Aprendí que aunque intentemos escaparnos,

aunque intentemos olvidarnos,

la única manera de poder seguir nuestros caminos

es perdiendole el miedo a nuestros sentimientos

poniéndole un freno a nuestros pensamientos,

y así, finalmente poder enfrentarnos a nuestros miedos,

y así, finalizar el nuevo comenzar de una historia sin final...