Uso mi celular como despertador.
Mi despertador como reloj de bolsillo.
En mi bolsillo un destapador
para aflojar los botones del abrigo.
Nadie me llama, suena el despertador,
tomo el celular y hablo conmigo mismo.
Sigue el sonido, saco el destapador,
y luego desarmo mi reloj de bolsillo.
Sin baterías cuatro minutos van,
y el celular suena por segunda vez.
Equivocado otra vez no será.
Y si no es así, ¿quién podría ser?
¡Es para mí, pero que felicidad!
Desde hace un mes me vienen a llamar.
Y se oye la dulce voz de una mujer:
No espere el corte Señor, debe de pagar.
Lo bueno, que al manicomio no voy,
aunque ande rápido y esté loco de atar.
Mis frustraciones las descargo todas
en mi moderno aparato celular.
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Autor:
CesarS_en_cion (
Offline) - Publicado: 4 de diciembre de 2010 a las 00:14
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 106
Offline)
Comentarios3
Je je je ejeeee... Muy bueno, mucha inventiva y salsa inegniosa... Saludos
Gracias Amigo Felix, recibo tus saludos con mucho agrado.
Miauuuuuuuuuuuu que divertido tu poema, esos me encantan los que me hacen reir un rato, tienes ingenio amigo,
recibe mis abrazos felinos.
Gracias Felina con amor los recibo...
...y desde aquí te envio inmensos abrazos de oso.
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