Yo siempre deseé la sabiduría.
Curiosa y muy tenaz era mi mente;
cualquier libro tomaba y absorbía
hasta entender su cátedra latente.
De ti me enamoré en oscuro día
y aún hoy eres el más inhóspito ente.
Por las noches proclamo: “todavía
no supe leer tu libro inherente”.
¿En qué lenguaje fuiste cincelada?
¿En qué alfabeto? ¿En qué idioma extraviado?
¿Cómo entender tu sílaba estampada?
Si me amas, no lo sé; ni si me quieres.
De tu boca no sé el significado;
impenetrable, oscura, ¡ignota!... eres.
Iraultza Askerria
http://iraultzaaskerria.wordpress.com/
- Autor: Iraultza Askerria ( Offline)
- Publicado: 5 de diciembre de 2010 a las 11:04
- Categoría: Triste
- Lecturas: 36
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