Tengo...



Tengo la preferencia de muchas culturas

Una amiga colombiana y un hermano de honduras.

Tengo un rosal de dulzuras en el país de las amarguras.

Mas no tengo alegría; pues para mirarte, miro a las alturas;

Miro esa distancia inclinada que eres, Ese andar sin mi aprobación,

Te Miro, mi loma sin forma; te miro mi mitad; con mi imaginación.

Todo el color del otoño es mío; y toda su sabiduría es mía.

Mio es el sol después de la nieve, mía la juventud del día.

Y para trascender un poco mi emoción; también es mía la utopía

De encontrar silencio en Nueva York. Mía la certeza de que Sofía,

Con toda su belleza, avita en un recoveco del alma mía.

Mas no tengo alegría,  me falta ver tu pelo bailar con la brisa,

me falta morir en tus brazos, me falta resucitar para ver tu sonrisa.

Por la gracia de Dios entiendo, el conocimiento universal, la Gnosis;

Puedo decir que por milagro la voy asimilando, de a poco, en dosis;

Mas no tengo alegría, pues para llegar a EL me faltas tu mujer,

Pues me falta, con trascendencia; morir y nacer, vencer a lucifer.

Y para ello me falta tu fuego, tu cuerpo, tus besos, tus caderas,

Tu innata forma de fabricar, con la mas alta magia, hogueras.

Si vieras como estoy decidido a ser un hombre, a ser perfecto;

Llegarías de noche y en silencio y me dirías dile adiós a tus defectos.

Si vieras como me hacen falta, desde siempre, tus afectos;

Llegarías en silencio y una lagrima soltarías por efecto.

Tengo tantas cosas motivos de alegría, desde  el mar a la gaviota,

desde las olas hasta sus notas, desde el amor hasta lo que de el brota.

Mas solo un motivo me impide estar alegre; no tenerte,

Que es lo mismo que decir no tener miedo a perderte,

Que es lo mismo que decir tener miedo a no encontrarte.

Solo me queda esperar mirar, tus ojos absortos, al mirar;

Al Mirar, este pedazo de espacio moreno,

Que te espera en vigía, como en la cosecha el sereno.