Madrugada de Buenos Aires, hora en que la noche está en el último round de su lucha con el sol sabiendo de antemano que esta pelea la pierde por “muerte”, alguien podrá decir que este combate está arreglado y es cierto, la vida hizo que el amanecer se imponga por puntos.
Desde la vidriera de un viejo bar del centro de la ciudad y mientras mojo la segunda media luna en un café ya tibio, me dedico a observar el desfile incesante de personajes salidos vaya uno a saber...de que galera mágica.
El primero en aparecer es un linyera con su larga y sucia barba, que ante el empuje del nuevo día se cargó su casa al hombro y apoyado en un palo que a duras penas lo sostiene, deja su atalaya y pone en marcha lo de todos los días, el éxodo hacia ningún lado, nadie lo detiene...ni siquiera el destino.
Desde mi vidrieril escenario y como en preferencial platea, me dispongo a ver el desfile de los protagonistas de este cuadro, que dentro de poco pasará a ser inconcluso por el cambio de los actores...los que van a trabajar.
Oteando el fondo de la calzada veo venir hacia aquí, dos bellas e infartantes señoritas que hacen acelerar los latidos de mi ajetreado corazón, cuando las tengo frente a mi me doy cuenta con mucha pena que son “dos travestis”, con sus pasos ligeros y perdiéndose con destino incierto.
En ese momento me invadió un especie de desazón pensando que el apuro de los dos, sería a causa de su pronta”metamorfosis” para convertirse en dos señores, con decisión de poder en alguna empresa.
A continuación se abre la puerta y penetra al salón un individuo digno de algún sainete de los años treinta, se sienta en la mesa contigua a la mía, por consiguiente puedo hacer un análisis de él...a mi entera satisfacción.
Lleva un traje negro que conoció tiempos mejores, con cada movimiento de su cuerpo le aparecía un brillo distinto, me imagino la cantidad de planchados que tuvo que aguantar.
El susodicho era el prototipo del ”vividor de mujeres”, pero se me hacía que este se había ido en todas las materias...y que ni siquiera las pasaba yéndose a Marzo. Su cara de hambre y esas ojeras, eran la versión masculina de “la que murió en París”.
El último personaje en abandonar esta escenografía es un taconeo lejano, haciendo volar mi imaginación me parece ver a MARIÓN, la vieja milonguera que cansinamente arrastra sus pasos rumbo a su soledad...EL FRÍO CUARTITO DE SOLTERA.
Después de esta representación me levanto, bajo el telón y voy a cumplir con mi parte en esta dramática obra....¡VIVIR!.
Boris Gold .
- Autor: boris gold ( Offline)
- Publicado: 9 de diciembre de 2010 a las 09:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 94
- Usuarios favoritos de este poema: ivan semilla, FELINA
Comentarios8
No hay nada mejor para poder ver la vida en todo su esplendor, que detrás de una vidriera.
Es la mejor manera de vernos actuar sin maquillaje
Admirable tu relato, Boris, se lo lee con fruición, como saboreando un delicioso café.
Un abrazo grande.
Ruben.
Boris siempre siempre he dicho que en el mundo hay muchas mascaras, pero nada mejor sin ellas. Besos
Así es Graciela, gracias por el comentario
Boris
VOS, POR CASUALIDAD,¿ SOS PÒRTEÑO?
JA JA JA
INMENSO BORIS!!!
UNA PINTURA DE BERNI POR LA VIDRIERA.
ABRAZO DE MATE CON PAN Y MANTECA.
ABRAZO DE RIOBA.
Cuando tengas unos mangos, en vez de pan con manteca a ver si comprás algún salamín.
Un abrazo Boris
Boris, creo que te falto tiempo para ver más cosas que te irían a sorprender...buenísimo tu relato, me encantó.
Recibe mis abrazos.
Si debiera escribir todo lo que veo, no me alcanzaría el día.
Un abrazo Felina
y a vivir la vida despues de la vista de vidas distintas por una vidriera que talvez empolvada ha quedado despues de un pañito mal pasado.......Besitos mi querido Boris......recorde un dia que debias trabajar y te quedaste por ahi en un bar.......te gusta mirar detras de la vidriera ehhhhhhh...de momento te encuentras a tus maiguitos los alienigenas, que crees, si pense que eran las chicas infartantes con buen maquillaje hasta en la piel ......te dejo tambien me voy a VIVIR......jajjajja
Felina, estoy esperando que pase Boris para gritarle...chau maricón.
Boris
Cuántas cosas podrá uno observar tomando un café... Sabrá Dios, lo que es importante, es la observación, porque todos podemos ver lo mismo pero no observamos lo mismo, y si nos piden que narremos lo que vimos, lo decimos de manera muy distinta... Hermosa percepción del diario vivir...
Aunque no lo quieras cree,r mirando por la vidriera lo vi pasar a Boris vestido de papá noel.
Boris
Se nota mucha experiencia.
Esto es por andar con gente grande, gracias Bufón.
Boris
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