Cuando más me sentía: un hombre desdichado,
llegaste amada mía, en el momento oportuno.
Tan servicial el gesto que dejaste clavado…,
Tus huellas en mi vida, mi vida en tus manos.
…donde debí actuar por imaginación propia,
animaste los sentimientos de mi amor escondido,
con pasión, brillo magistral y con ansias locas.
Tu evocadora belleza despertó a mis instintos.
Fascinado volé con mis dos alas rotas.
Tu pompa reparó mi pobre corazón herido,
con esplendor llevaste mi imaginación en muletas
y viva la esperanza, con pasos de abatido:
A la verdad, saberlo me pone medio triste;
Pero me aviva el fuego de tus ardientes manos.
Qué decir de tus besos fugaces, suaves, ebrios,
y toda la magnificencia del corazón humano.
Tú figura de diosa, tus gestos de princesa.
tus evocaste al amor que me llevó a la gloria
Y en la bondad finita tu soberana gracia,
dinámicos portentos me cambiaron la historia.
Ya viniste en mi ayuda, emergencia propicia.
Con humildad me asistes, con ternura me escuchas
Me atiendes, la piedad se adueña de mi memoria
Aprecio más la vida entre tus alas, no te dejaré nunca.
- Autor: CesarS_en_cion ( Offline)
- Publicado: 10 de diciembre de 2010 a las 17:09
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 696
Comentarios3
Gracias Lore, es placer es mio que puedas visitarme..no se como explicarte la laegria que me da tu visita
Bellisimo poema querido César...........bellisimo...me dejas sin mucho aliento, pero sigo respirando..........
Besos,
Gracias Kenny, recibo tus besos con beneplacito...y con el mismo ardor te mando los mios.
Suerte y adios amiga poeta
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