Afuera, en la calle llovía a cantaros y dentro de la pequeña casa, la chimenea hacia un intento fallido por calentar el ambiente. tu recuerdo ya casi olvidado también hace un intento por calentarme el alma o la cama sin conseguirlo. Ya no queda nada de ti, ni las cenizas. ya ves que decían por ahí, donde hubo fuego cenizas quedan, pero no es cierto. Es solo el razonamiento de gente débil que no puede o no se da la oportunidad de olvidar, como yo te he olvidado. Sabes amiga mía? donde hubo fuego cenizas quedan, pero de cenizas no se puede hacer una nueva llama. Pero si se puede recoger esos polvos que un día ardieron y dieron calor y vida, y guardarlos en una urna junto al corazón y contemplarlos con una sonrisa en los labios, sabiendo que somos libres ya de un amor marchito. No intentaré hacer llamas de cenizas. Mejor buscaré fuego nuevo en otra hoguera, que bien se que el amor verdadero no se extingue, ni en cenizas se convierte, por que no se enciende con maderas de cama, ni se alimenta con amantes entre sabanas. Mas bièn te dirè que se alimenta con miradas de amor cuando hace frio.
atentamente
Emmanuel Sebrol
P.D. donde cenizas hay, hubo fuego. Pero donde hay fuego, puede ser que nunca haya cenizas.
- Autor: Emmanuel Sebrol (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de diciembre de 2010 a las 12:33
- Categoría: Amor
- Lecturas: 195
Comentarios1
Muy bueno, amigo, una carta donde denotas temperamento y firmeza. Bien dicho.
Abrazos y felicitaciones.
Ruben.
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