Gracias, Padre,
por la mano sabia que me encuentra,
que me acaricia bajo la sábana;
por la voz que repite mi nombre,
desnudo y simple;
la voz que lo blande como espada firme,
que lo ondea como bandera invicta,
frente al ancho imperio del sueño;
gracias por los ojos que me levantan del polvo,
a mí, Adán del desaliento;
por la sonrisa que me da pies flexibles,
que pone ánimo en mis tendones;
por la palabra que me embona
con este sillón,
con este abrazo,
con esta sospecha de lo eterno
Tetepilco, D. F., 31.12.10
- Autor: Óscar Cortés Tapia ( Offline)
- Publicado: 1 de enero de 2011 a las 03:15
- Categoría: Fecha especial
- Lecturas: 399
Comentarios2
gran inicio hoy de tu pluma para este año, gran comienso de properidad para el 2011.... buen poema 😀
Te agradezco tu comentario, créeme. Gracias. ¡Que haya salud y prosperidad en tu casa en este año y los siguientes!
Buen poema! Pero quisiera también decir que me encantó el poema "Al procurador en la última fatiga". !Está fabuloso! Porque parece, sólo parece una oración, al mismo tiempo que describe un juicio en su segunda y hasta una tercera instancia (¿eres abogado, poeta Cortés?). Ah, sin olvidar el toque de humor entre paréntesis ("el amparo de María"). Muy buen poema!
Y de "Levántate, Sofía", le doy mi sincero pésame y todo mi respeto como lector.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.