Donde las flores
Un día crecieron,
Donde un día
Las dalias salieron.
Donde los Ángeles descendieron,
Donde su belleza perdieron,
Aquellas rosas con tu luminosa,
Belleza sutil y esplendorosa.
Donde lloraron los cielos,
De alegría y felicidad,
Cuando te vieron llegar
Desde muy lejos.
Donde los querubines duermen,
Donde hay luceros y estrellas,
Es de donde tú vienes,
Donde los serafines se pierden.
Con tu presencia
Calmas el ambiente,
Por ti pequeña,
Las hierbas crecen,
Y los vientos ríen mansamente.
Aquí conmigo habitaras,
En este mundo terrenal,
La felicidad conmigo hallaras,
Y nuestro amor jamás se ira.
El cielo compasivo,
Te mira y yo rió,
Porque en nuestra vida
Nunca habrá vacío,
Porque nos cuida
El redentor divino.
Eres la causa de mis suspiros,
Por ti mis besos ya no son vacíos,
Tus risas llegan a mi oído,
Mientras yo de alegría grito.
Mi flor pequeña,
Mi inmortal doncella,
Eterna y audaz primavera,
Mi brisa cristalina,
Mi capullo, mi pequeña niña,
La más amada y querida.
"Miroslava, mi felicidad, mi constante dicha y alegria, dueña y existencia de mis fantasias."
“Tus risas esparcidas me alegran día tras día, y crece nuestro amor en grande armonía.”
- Autor: Geovani ( Offline)
- Publicado: 1 de julio de 2009 a las 21:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1296
Comentarios2
Hermoso y tierno, recibe mis felicitaciones. Un abrazo. Ruben.
Que bello poema, un canto al amor, a tu pequeña niña, la más amada y querida.
saludos
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