Triste
lejana y solitaria
quieta en el firmamento
una estrella
débilmente encendida
me refleja el alma y el cuerpo entero.
Destellos
de alegrías
retazos de misterio
cosas simples
fugaces y queridas
cosas llenas de recuerdos.
Anhelo
de melancolía
libertad y silencio
distancia que separa
tu alma de la mía
y tu voz de mis pensamientos.
Preludio
de noche negra
oscuridad y desconcierto
interludio
que suspende la faena
y que alivia nuestros cuerpos.
Así
mi estrella sigue
buscando su posicionamiento
despacio y confiada
en su firmeza no percibe
que su viaje es eterno.
Arriba inalcanzable
pureza, dignidad
justicia, amor y entendimiento.
Abajo desaires
engaños, desengaños
rabia, rencor y envenenamiento.
De tanto
buscar arriba
lo que abajo no tengo
se salen
de mis ojos
unas lágrimas de acero.
Camino
como las tortugas, pasible
por el sendero del silencio.
Canto
como los grillos, interminable
con un sonido sordo y abierto.
- Autor: Gustavo Leni (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de enero de 2011 a las 15:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 181
Comentarios1
En realidad tienes un desencanto en tu poema, pero el encanto puede superar el sufrir. Me gusto. Saludos.
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