La historia es del aquel caballero olvidado en un libro viejo y sin color
Porque el destino esquivo, malvado y siniestro así lo dictó
Solo paseaba en el bosque que había jurado por siempre guardar
Donde vivía aquel “odio”, terrible, que todo quería matar
Era él, carcelero encargado de dicho ser etéreo mantener
Fuera del alcance de mortales que lo quisieran tener
De aquellos que buscaban el odio para ser más poderosos
De los malvados, fríos, despiadados y rencorosos
Fiel a su juramento jamás dejó se acercase un hombre a tal maldad
Pero nunca contó con que una mujer lo pudiese ir a buscar
Mas, esta no blandió ningún espada o armadura ostentosa
Parecía más bien estar perdida, buscando cómo regresar a casa
Feroz caballero se abalanzó sobre indefensa muchacha, dulce y tierna
Quien sólo su rostro cubrió con esbeltas manos, y al caballero enamoró
Haciendo olvidar todas aquellas crueles batallas épicas en las que combatió
Que alejaran cualquier amenaza del temido “odio”, del bosque el corazón
Pero no sabía que la dulce doncella era una impostora enviada para matarlo
Y quitar la custodia del “odio” haciendo más fácil del bosque sacarlo
Pero la doncella vio el amor en su camino, de oxidada armadura, un caballero
Que con delicada dulzura, con su corazón logró sutilmente seducirla.
Dio, el caballero, puro y sincero amor, pues era el único que tuvo y la mente duda, no albergó
Le brindó el más veraz cariño, que hasta la Luna de su querer, envidia sintió
Pues la Luna era la única, antes de la aparición de la doncella,
Que el caballero había considerado princesa bella
Mucho no pasó hasta que el fraude se hizo saber, pues un terrible hechicero
Se presentó reclamando, al caballero, el poder
Que, firme en su puesto no titubeó, mandando al triste nigromante
De vuelta al infierno de donde el salió
Esperó, el brujo, la ayuda de aquella doncella, que debía matar
Al caballero mientras él, distraído, mirase a otro lugar.
Pero el amor proferido por aquel caballero pudo más que los hechizos malvados del siniestro ente del mal, protegiendo a su amado, enfrentando al sortílego fatal
Viendo esto el caballero no dudó en defender, al único amor que en la vida pudo tener
Mientras el tenaz caballero luchaba, sometiendo al hechicero a su espada
La Luna envidiosa, la vida de la amada ya cegó
Pensando que tenía al caballero, que, una vez más, solo quedó
Pero la Luna no tuvo el amor que del caballero esperaba con fe,
Sólo tuvo un cansado jinete que empezó a fallecer
Pues el caballero su único amor, por siempre perdió
En manos de ella, quien por él había sentido mucha pasión
Y así, la Luna, que cada noche se la veía los cielos
Vio, a su único fiel acompañante, muerto por propios celos
Quedando el objeto de custodia a la merced
De cualquier mortal que de su poder tuviere sed
Mas, la Luna por la tristeza del daño que al caballero causó
Como nunca lo había hecho, terriblemente ella enfermó
Y poco a poco, el aliento, lo perdió
Hasta que una noche por fin pereció
Pero no fue el fin de la Luna, sino el principio de la maldición
Que el caballero otorgó a su amiga por culpa de aquella traición
Pues dicen que la Luna muere y renace
Pagando lo que su amor por un hombre provocó
Y ahora es testigo silente de la malicia
Que se liberó al mundo, transformándolo en inmundicia
Por el “odio” liberado esa noche tan cruel
Llorando por la maldad que ve, llorando por él.
- Autor: Medio rostro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de enero de 2011 a las 00:54
- Comentario del autor sobre el poema: Un simple cuento
- Categoría: Fantástico
- Lecturas: 199
Comentarios2
FINA FANTASIA.
BELLO POEMA
AGRAZOS DE GITANA.
Gracias!!! Me gusta que le gusten mis gustos
no es nada me gusto simplemente
Gitana.
Waooo esta vez me sorprendiste.
Muy bello!!!
Si es un simple cuento... Me sorprende a mi que te guste
Gracias!!
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