Inalcanzable en esta noche de luna llena,
Donde la luz va abriendo camino, hacia un rincón de ensueño.
Mi vista cansada, quiere observar su rostro.
Mi alma agotada, quiere sentir su presencia.
Mi voz, que la nombra desde siempre.
Mi piel, que extraña el sentir sus manos.
Cuantos recuerdos postrados en mi lecho de muerte.
Porque el morir no consiste solo en segar tu vida.
Se puede morir estando vivo.
Y este es mi caso, un muerto en vida.
Cada sombra proyectada en mi habitación,
Cada sonido que escucho a mí alrededor,
Cada aroma que deleito,
Cada pensamiento que tengo,
Trae consigo su nombre.
Su piel, es como el suave velo hecho de seda.
Su mirada, es como el destello de dos perlas en el océano.
Su voz, la dulce tonada que me hace olvidar al mundo,
Y su alma, el aliento que me da vida.
¡No verla!, ¡no escucharla!, ¡no sentirla!, ¡no tenerla!
Hace que pida a Dios, perder la razón.
Mas mi ser se niega en gritar este favor,
Ya que aún ella, se encuentra en mi corazón,
Y su dulce recuerdo,
Me envuelve en su manto,
Hace que alce la vista,
Y diga Tu nombre.
Caballero Nocturno
- Autor: Caballero Nocturno (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de enero de 2011 a las 00:52
- Comentario del autor sobre el poema: Hola saludos a todos y espero se encuentren muy bien. tengo algo que decir y que mejor diciendolo de esta forma, espero sea de su agrado. Que tengan un bello dia.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 64
- Usuarios favoritos de este poema: Blancalina67
Comentarios1
muy dulce y con mucho amor
tu poema. me ha gustado mucho.
saluditosssss
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