Te descubrí mientras caminábamos por la quinta avenida de New York, dentro de una multitud de personas, desde lejos, solo eras una más que se acercaba, que avanzaba a mi encuentro, tu cadencia al andar, tú esbelta figura, tu femenino encanto, te observe desde lejos, personas en su transitar se interponían entre los dos, pero no te perdí los ojos, nos acercamos, sin perdernos las miradas, sin perdernos de vista, directo a los ojos, nos cruzamos, me volteé, te volteaste, nos paramos y lo supimos, nos encontramos, después de siglos de búsqueda nos hallamos, la sonrisa de ambos nos confirmo la duda, éramos dos seres que se buscan entre una multitud, entre millones de personas y un día sus pasos se cruzan, sus mundos se unen, se descubren en un mundo de personas ajenas, desconocidas.
Te tendí mi mano mientras te dije.
-Tú eres Criss- -Sí, tú eres Armando- -Hace siglos que te busco, he andado por todo el mundo-
-Si-respondiste,-yo también te buscaba, nunca te encontré, ?dónde estabas?, que ahora es cuando apareces- -Caminando, andando, deseando encontrarte, creyendo que te encontraría todos los días-.
–A diario recorro este lugar, a diario te busco en la multitud, miro a los ojos, de todos con los que me cruzo y hasta hoy nunca te vi-.
-Igual he hecho yo, recorro las calles día a día, siempre tras tus pasos-.
Me sonríe feliz, le sonrió contento.
La tomo del brazo y juntos echamos a andar nuevamente, pero nos dirigimos a un mismo destino.
Somos solo dos, en un mar de personas que caminan por la Quinta Avenida de New York, pero ahora estamos juntos, no estamos solos, somos dos.
Te tendí mi mano mientras te dije.
-Tú eres Criss- -Sí, tú eres Armando- -Hace siglos que te busco, he andado por todo el mundo-
-Si-respondiste,-yo también te buscaba, nunca te encontré, ?dónde estabas?, que ahora es cuando apareces- -Caminando, andando, deseando encontrarte, creyendo que te encontraría todos los días-.
–A diario recorro este lugar, a diario te busco en la multitud, miro a los ojos, de todos con los que me cruzo y hasta hoy nunca te vi-.
-Igual he hecho yo, recorro las calles día a día, siempre tras tus pasos-.
Me sonríe feliz, le sonrió contento.
La tomo del brazo y juntos echamos a andar nuevamente, pero nos dirigimos a un mismo destino.
Somos solo dos, en un mar de personas que caminan por la Quinta Avenida de New York, pero ahora estamos juntos, no estamos solos, somos dos.
- Autor: Armando G. Muñoz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de febrero de 2011 a las 17:38
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 115
- Usuarios favoritos de este poema: jorgeluisotero
Comentarios1
ARMANDO, POR LO REGULAR UNO SE ENCUENTRA CON PERSONAS (BUENOS AMIGOS ) QUE INESPERADAMENTE APARECEN Y RATO VOLVER A VERLOS, COMO HAY VECES QUE TRATAS DE CONTACTARTE CON ALGUIN QUE SI ESTAS LOCO POR VER, Y DESGRACIADAMENTE NO TIENES ESA SUERTE.. ME GUSTO Y REFLEXIONE CON TU POEMA.
UN ABRAZO.
JORGE
sin dudas nada se compara encontrarse con un viejo amigo, mas aun con un lindo y olvidado amor, pero como dices es muy dificil, por eso invento el encuentro, lo recreo y lo hago real.
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