Santiago 1:13,14,15;
"Al estar bajo prueba, que nadie diga: "Dios me somete a prueba".
Porque con cosas malas Dios no puede ser sometido a prueba,
ni somete a prueba el mismo a nadie.
Mas bien, cada uno es probado al ser provocado y cautivado
por su propio deseo.
Entonces el deseo cuando se ha hecho fecundo, da a luz el pecado;
a su vez, el pecado, cuando se ha realizado, produce la muerte".
¿Vez?. Te dije Satanàs .-le hablò Dios a Satas.-
Nadie te dijo que no podìas pensar en que era
bonito ser adorado como se me adora a mi.
Si no està mal pensarlo, pero tu, comenzaste
a dejar que ese pensamiento se convirtiera en deseo.
Incluso en esa etapa.
.- dìjole Dios a Satas.-
Pudiste despedir de tu mente ese deseo,
pero dejaste que se fuera alimentando, y tal como
un niño, fue creciendo en tu mente, y entrò en tu corazòn.
Incluso, estando dentro ya de tu corazòn, lo mimaste,
lo acariciaste, dìa y noche estaba allì en tus pensamientos.
Incluso, .-le dijo Dios a Satanàs.-
Allì, a esa altura y profundidad de los sentimientos, pudiste,
¡Si! pudiste haber expulsado esos deseos, pero no lo hiciste.
Dejaste que esos deseos se convirtieran en tu tesoro mas preciado,
no te importò que yo, como Dios tuyo, te haya puesto allì, de todos,
te elegì a ti, con la confianza de que sabrìas hacer tu trabajo;
cuidarlos, ese era el hermoso e importante trabajo que te di.
Y en mi jardìn resultaste estar, perfecto eras en hermosura, te cubrì
con preciosas piedras, (rubì, topacio y jaspe, crisòlito,ònice y jade, zafiro,
turquesa y esmeralda, y de oro hice que fueran tus engastes y encajaduras.
Cuando te creè, asì mismo te hice,. Tu fuiste el querubìn, elegido por mi, para cuidarlos, nada te podìa hacer daño, ni que anduvieras entre piedras de fuego.
Desde que fuiste creado por mi, eras limpio y puro,
por el camino que pasaras, irradiabas pureza...
hasta que hallè....injusticia en ti.
Tenìas que haber quitado de ti esos pensamientos de querer
ser como yo.- dìjole Dios a Satas.-
Hasta en el ùltimo momento pudiste haberlo hecho,
Pero ¡no!, Allì estaban, inocentes como palomas.
¡Y tù!. Astuto como una serpiente.
Ezequiel 28: 13, 14, 15,17; Asì como te puse allì, asì te quitarè
Te hice hermoso, pero esa hermosura, te hizo altivo, soberbio,
desleal
y quisiste tomar mi lugar, usurpando mi deidad
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