Y no me cuestiona nadie
-la soledad es mía-
Ni a nadie le interesa: cuando camino solo.
Yo me miré desnudo
frente al espejo un día
miré mis genitales
mi pecho y mi tristeza
que
declive
es mi vida
enfermo es el sendero -de rabia y de viruela-
por eso busco senos que amamanten mi ira
un cuerpo que cobije
(una noche de sexo)
Que enjabone mi boca con el ámbar de un beso.
Y nadie me discute…
Ni discute -ni dice-
Que se abran las cornisas de tabúes y complejos
(que las piernas se ericen y las manos se encallen)
…que los sexos se junten
y las noches se empañen.
Voy a curarme de soledad y hastío
de olvidos y recuerdos
porque nadie cuestiona
lo que nos hierve dentro.
Hagamos el amor sin nombre y sin tiempo.
- Autor: el poeta irreverente (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de febrero de 2011 a las 11:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 140
- Usuarios favoritos de este poema: Sergio Jacobo "el poeta irreverente", luna isis
Comentarios2
VERDAD
saludos.
Que manera de debatir Sergito! Un gran poema.
Si hay algo que me encanta es ese hablar en poesía, con vos mismo.
Muy bueno, mil besos
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