Olvidarte es la difícil tarea
que el albur hoy me ha legado,
como un nudo que me ahoga
que regresa y que me atrapa.
En lo absurdo de la noche
que solitaria me acoge,
solo un canto de tristeza
se allana en mi pecho herido.
Te marchaste en el silencio
complaciente de las horas,
con la lluvia adormecida
testigo de mi abandono.
Por mil ventanas se fueron
las incesantes promesas,
y fue tu boca una trampa
donde mi fe se moría.
Un suspiro hoy agoniza
en mi pecho taciturno,
desangrándose callado
como el surco de una herida.
Tu desdén es evidente
en tus ojos lo he notado,
por las arteras cenizas
que se posan en mis manos.
Las que hablan de este suplicio
de aquel dolor desprendido,
donde mi cuerpo es un arco
tensado por la agonía.
Desde el fondo de mis venas
bulle la sangre marchita,
hacia un corazón ya muerto
como un despojo vencido.
Que atrapado no libera
la suerte que allí lo abraza,
e irrumpe con su congoja
ahogado en sus soledades.
En los resquicios del tiempo
galopa una voz errante,
suplicante ante el abismo
del desamor ya nacido.
Como el agua entre los dedos
pasa tu historia y la mía,
durmiendo en la incertidumbre
a las orillas de un rio.
Que fluye con la vehemencia
con la que quiero respuestas,
que han quedado relegadas
con esa maldita ausencia.
¡Que tarea el olvidarte¡
si te has llevado mi vida,
apágala y ya no dejes
que continúe perdida.
AB JORGE LUIS MURILLO ESTRADA
02-15-2011
- Autor: Jorge Luis Murillo Estrada (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de febrero de 2011 a las 11:17
- Categoría: Amor
- Lecturas: 52
Comentarios1
Bello poema Jorge, me ha encantado leerlo.
besos.
Gracias Negrita por estar siempre.Un abrazo afectuoso.
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