Miraba tu silueta, formada por el atardecer,
pintando tus huellas en la arena mientras la brisa jugueteaba contigo,
entonces cayó el sol, tan débil, exhausto,
y naufragó frente a mis ojos distantes,
Mientras mi sombra se desvanecía a mi lado,
y tú adentrándote en el océano, pelirroja radiante que adornaba el horizonte,
como alcanzándolo, Exigiendo su regreso,
el furioso mar apaciguaba mientras te consumía,
el agua cubrió hasta tu cuello y solo miraste morir el día,
te excavaste en el mar y el cielo se apagó,
surgiste lentamente con la luna sobre tu cabeza
que se desahogaba en el confín del mundo,
arrastrabas el mar y este se resistía a ti,
la bahía se lleno de cristales que apagaban y encendían como luciérnagas.
Y la luna cubrió mi rostro cuando las estrellas ya eran incontables.
Llegaste a mí meneando tu cuerpo Inclusive la luna se revelaba tímida,
ocultada entre las nubes, ésta dibujaba el camino que incluso rebasaba el agua,
Y fijaste tus ojos en mí. Fundiéndonos en las arenas de aquella playa,
tus labios eran cálidos y tú cabello fuego.,
fuego que me fajaba con tu esencia.
Hermosa mujer de brasas que enciende mi existencia.
Subestimamos la noche que nos abatía encima,
nos hicimos con las pizcas de arena
y el océano reventaba su envidia y furia en nuestros cuerpos.
Mientras la luna figuraba un fanal que nos observo
en la indisoluble oscuridad.
- Autor: Kaffa (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de febrero de 2011 a las 22:51
- Comentario del autor sobre el poema: Este es un poema que escribí en la madrugada dedicado una hermosa mujer que poco conozco pero su belleza ha sido suficientemente inspiración
- Categoría: Amor
- Lecturas: 168
Comentarios1
hermosos versos querido amigo un placer de leerte
se despide de con un abraso Eco del alma
gracias amiga es un placer que mis versos sean revividos por tu persona 😀
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