Entre el polvo negro de la ciudad deambulan invisibles los indigentes,niños, hombres y ancianos como sombras transitan por la vida,un desfallecimiento lo detiene en vía y el viejo Juan mira al cielo gris suplicando indulgencia al creador,su estomago desocupado va haciendo deterioro en su ya deshecho organismo,sus manos agotadas y trémulas ya casi sin fuerzas debido a la ancianidad y una intolerable desnutrición suplica por el amor de Dios una limosna y como molesta la gente se aleja, le es indiferente si es de día o de noche su vida deambula por la ciudad sin rumbo sin mas aspiración que un plato de comida, la lluvia le humedece hasta los huesos y se refugia abajo de un sucio puente, el viejo Juan sufre un fuerte dolor en el pecho que le mata y a los días descubren su descompuesto cuerpo, ya termino el suplicio de su dolorosa vida ya Juan esta en la gloria celestial sereno,y sin hambre y sin la penas de verse abandonado por los suyos a los que crío con la sangre de sus venas, ya reside donde siempre evoco residir,ya dejo la indigencia que tanta desdicha le causaba Dios bendiga a los Juanes que viven habitualmente por los sendas sombrías por la desidia de los inhumanos.
- Autor: marco augusto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de febrero de 2011 a las 09:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Rocío V-P.
Comentarios2
Oh, mi amigo! Y que Dios te bendiga por tratar estos temas!
Juanes en el mundo no merecen estar asi... nadie... ningun ser humano...
Un abrazo grande!
Rocio
la humanidad ya debe mejorar, la sociedad por medio del estado debe dar oportunidades a cada ser humano, para lograr su realizacion,
la mejor forma es garantizar cuando menos seguridad, trabajo, educacion, y salud, a todos desde que nacen hasta que mueren.
y no es una graciosa dadiva, es en realidad la razon de ser del estado (ver el contrato social) saludos
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