La guadaña de la muerte se enrosca alrededor de tu cuello.
La hoja se aproxima a tu piel mientras tu nombre es tachado de mi cuaderno
La melodía de tus lamentos me es indiferente….no es la primera ni la ultima que oiré
Deja de buscar maneras de prologar lo inevitable…mires hacia donde mires
Tu muerte será inevitable
Siento como tu la llama de tu voluntad danza al compas de la música
Oyes la música?
Tranquilo, pues es la dulce melodía de los ángeles que viven en el cielo
A pesar de escuchar esta dulce melodía…la llama de tu voluntad no se extingue
Ya veo, tu llama se niega a extinguirse porque no solo oyes la melodía angelical
Oyes también el lamento de las almas en el infierno
Ya no supliques perdón….ya no existe ese momento
Desconozco a donde iras
Desconozco como será tu final
Y la verdad no me interesa
Solo soy el mensajero
Ven, no temas…yo no decidiré tu destino
Lo decidirá El,el rey de reyes, el rey del cielo
Asi que ven y no me hagas malgastar mi tiempo
No eres el único al que se le a agotado su existencia
Offline)
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.