El verano comienza a amainar su fuego
como una ilusión predestinada al olvido.
Se escucha el rumor de vientos lejanos
que vienen al Paraguay, de dónde, no lo sé.
Comienzan a elegir maletas de colores,
Claveles, rosas y violetas,
porque en la Catedral de Guadalupe, allá en el Tepeyac,
tañen las campanas que a México llaman la nueva primavera.
¿Será que las golondrinas que de aquí se van,
irán surcando cielos y por allá pasarán?
¿Harían una escala de cariño en Nuevo Laredo,
o pasarían de largo en jolgorio moreno
buscando el calor de otras tierras de sol?
Yo no sé a dónde irán las golondrinas
que siempre buscan calidez, ternura y un nidal acogedor.
Sólo sé que en sus bandadas enviaré como al descuido,
en el viento, en las nubes, en la lluvia y en el sol,
buscando una morenita alegre, apasionada,
llena, llenita de amor, mi sincero corazón.
- Autor: Miguel Angel Ortigoza García (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de marzo de 2011 a las 00:15
- Comentario del autor sobre el poema: Creo que no hay excusa. ¿Quién es la musa? Si la conocen, llévenla unos taquitos al pastor. Pero bien picosos, eh. Que los sienta bien padre.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 751
Comentarios2
Belas palabras que se tejen para terminar un pomas
Con cariño LInda
LAS GOLONDRINAS SIEMPREN SURCAN LOS CAMINOS DE LAS LETRAS MUY BIEN LOGRADAS .TE ABRAZA.STELLA
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