EPÍSTOLA PARA UN SER AMADO

Hoy  como ya hace mucho tiempo, vuelvo a retomar aquel lápiz carbonado amigo intimo de mis preceptos,  el cual plasma en las hojas blanquecinas , los momentos perennes de mi vida; aquellas ideas que un día surgieron de mi mente impregnadas de mi esencia. Aunque a veces algunos momentos preferiría que yacieran en el eterno olvido.

Aunque  para algunos hoy el sol no fue tan brillante, más bien opaco, las flores parecían marchitas como de luto, aunque para algunos la mañana fue fría y lúgubre y el ambiente estéril, lleno de ávidas moscas carroñeras, para algunos las aves parecían inertes, estáticas, sin sentido alguno, en fin; hoy la vida para muchos  tuvo un repugnante sabor a hiel amarga.   

Pues a diferencia de ellos, las cosas para mi obtuvieron hoy otro sentido;

Gracias a tu prodigiosa hidalguía y gentileza,

Gracias a tu voz motivadora y tu respaldo,

Y sobretodo por la desbordante paz que transmites en mi interior…

Por ello sentí que las burbujas de agua acariciaban mi rostro en la mañana,

Sentí que las pequeñas aves del cielo revoleteaban alegres encima de mi cabeza;

Hoy las florecillas las observe más esplendidas y coloridas,

Hoy pude percibir los olores dulces y agradables de la naturaleza,

Hoy pude degustar los sabores más exquisitos existentes…

Sabes una cosa? Hoy el sol para mi fue más radiante que de costumbre, más luminoso que nunca;

Y sabes porque? Po que tú estas siempre a mi lado, sin importar si hay distancia, pues te llevo siempre en mi mente, dentro de mi pecho, en todo mi ser…

Por ese motivo y por ser lo mas importante en mi vida, gracias por decir si.