HÁBLAME

HÁBLAME:

Suave y dulcemente, que no soy ante tus ojos glaucos el enemigo declarado a las puertas de tu corazón inconmovible, sino el mismo amigo intimo de ayer, por el cual, suspirabas profundamente, aguardando cada noche su deseado encuentro…,

Rompiendo el silencio que hoy embarga nuestras sufridas vidas, separadas por un amargo fracaso y una triste desilusión, en la distancia y por el olvido de todo lo vivido y sentido en la piel durante tantos años de bella convivencia, juntos…, 

Levantando lentamente y sin miedo la frente, sosteniendo tu mirada glauca en la mía parda execrada de tus recuerdos por más de un segundo, sin tener que derramar una sola lágrima tardía de arrepentimiento, por presentir que sepa del reflejo cautivo de tu alma la veracidad que hasta ahora has negado, argumentando que en esta unión faltó carne y anhelo sincero también, cada amanecer al despertar con un beso en labios sedientos y una flor sentida acariciando el pecho dispuestamente desnudo, para poder amar, sin reglas y condiciones que cumplir…,

Mirándome aunque sea con una media sonrisa de mentira, para no pensar categóricamente, que el haber estado contigo todo este tiempo fue siempre como vivir sin ti, al no poder concretar ningún sueño realizado en tus brazos al amanecer, besando tu querida boca de rosa, con besos muy míos, como solo besa apasionadamente un hombre a una hermosa mujer, sin prisa y con pausas, marcadas por el corazón enamorado…,

Dejándote tomar tus manos entre las mías, efusivamente, para que más tarde puedas escuchar igualmente la verdad de esta soledad aprendida, que por mis labios castigados jamás permitiste oír, para así de una buena vez, en cada lágrima reprimida que derrame cayendo en tus manos, pueda darme la paz tan ansiada y que antes me fue prohibida, por Tú no querer notar mi sentida presencia, liberando esta nostalgia que ha vivido en mi alma, arrebatando por un destino oscuro de desamor la posibilidad de disfrutar una sola sonrisa de felicidad sincera, frente al espejo de una vida cautiva, sin amor.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 01/03/2011 10:30 PM.