¿Para que?...

Este es el momento que tanto he esperado,

el día que tanto he anhelado.

He reunido valor,

para confesarte mi amor.

Te hice una pregunta concreta,

sin ninguna indirecta,

y ahora espero tu respuesta.

La luz de la luna baña tu largo pelo,

y le da brillo a tus ojos,

estoy preparado para todo,

pero esta espera me está volviendo loco.

Uno esperaría un sí o un no,

eso dijo la razón,

pero esta vez se equivoco.

El aire de la noche inhalaste,

y un “¿para qué?” exhalaste.

Tu mirado no emitía rechazo,

pero tampoco te podía dar un abrazo,

había una barrera entre los dos,

que solo podía romper el corazón.

El corazón rápidamente reaccionó,

él ciertamente era mi salvación,

y por mi garganta subió,

y esto fue lo que gritó…

“Para el “yo” dejar,

y en el nosotros pensar.

Para formar una amistad irremplazable,

una amistad más que inquebrantable.

Que lo nuestro no sea ninguna exhibición,

mucho menos una actuación,

que aquí no haya ninguna desilusión.

Caminar juntos de la mano,

con el intimo entusiasmo,

que ambos nos queremos y amamos.

Tener la certeza que nunca nos traicionaremos,

Y siempre nos amaremos…”

 No alcancé a ver tu reacción,

porque desperté en mi cama,

con una sonrisa en la cara,

y una gran emoción.

De nada debo estar preocupado

porque para todo estoy preparado.