En la entrada de una estación de tren
dos mendigos estaban apostados,
cada uno colgaba de su pecho un letrero
que decian, para que sus limosnas las pedian.
Uno decia, que la queria para comer
y asi poder su hambre saciar,
y el otro, solo pedía un abrazo
para su hambre de amor calmar.
Después de tener un largo rato,
al que pedía para comer,
una limosna a menudo le dejaban
y al ver que al otro no le daban nada
sintió curiosidad y le preguntó:
porque era que nadie, una limosna
al pasar nunca le daban.
El otro, con honda tristeza lo miró,
al ver que nadie fue capaz, de afecto
regalarle, se le acercó mas y le dijo:
Es que tu pides, para comprar el pan
que sacia el hambre y yo pido,
la limosna de un abrazo para tratar
mi hambre de amor poderla mitigar.
Moraleja: El que llegue a leerme la
interprete a su manera.
- Autor: nubegris (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de marzo de 2011 a las 01:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Jareth Cruz
Comentarios2
GRATO LEERTE AMIGA DEL ALMA.ABRAZOS .STELLA
amiga del alma, muy bello, maravilloso, tu fabula, me gusto mucho, te quedo muy bien. muy bueno para reflexionar, sin duda es una fabula que llega a lo mas profundo del corazon. que Dios te bendiga siempre.
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