Unos ojos negros en un rostro ausente
miran tristemente su destino cruel,
oteando lejos una luz incierta
esperando tristes que brote el vergel.
Oh niño tus ojos calan hasta el fondo
de mi alma que llora tu sin par dolor,
te miro y te amo pues tu representas
de mi patria enferma su horrendo baldón.
Si Jesús bajara de nuevo a la tierra
tus penas amargas el enjugaría,
más sobre nosotros los que muellemente
vivimos la vida sin mirar tu mal,
el látigo santo tronando justicia
cerniráse presto con indignación.
Oh niño que lloras, oh niño que sufres,
niño de mi patria, huérfano de amor,
Cristo con cariño al sanar tus lágrimas
mezclará las suyas con las tuyas, hoy.
R. Gruger / 1972
- Autor: R. Gruger (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de marzo de 2011 a las 10:51
- Categoría: Triste
- Lecturas: 198
Comentarios1
Apreciado "joelenversos", gracias por tus palabras de estímulo. Bendiciones. R. Gruger
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