LA CACERÍA
yo, la hembra fiera,
la traidora,
la taimada,
la que a la muerte ha echado
a perder
su cacería.
Ana Istarú
Quizás la marsupial
la hembra en celo
la que pisa la hierba (deja huella)
la que esparce el aroma de su sexo
la que sabe sentir.
Que gime
en el vaivén de su esqueleto…
entrégate callada
desnudate con lenta felonía
(pues el ambiguo sentimiento humano
está entre dos sexos que se acoplan…
que se arropan)
Este es el espejismo de una entrega
de una noche nomás
de sangre y brega.
Están tus senos tristes como lo esta mi espera.
Estoy enjaulado en tus brazos
y tú que me liberas.
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NOCTURNO
Es posible que te abras por un momento
(hambre callada)
¡sed inalcanzable!
Como el trigo del día que se esparce
en la brasa de tu sexo
extiendo mi semen
en esta noche de paz donde ingiero
el eco escondido
¡que estalla…!
Con el hambre insaciable
que me abrasa.
- Autor: el poeta irreverente (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de marzo de 2011 a las 09:28
- Categoría: Triste
- Lecturas: 453
- Usuarios favoritos de este poema: Sergio Jacobo "el poeta irreverente"
Comentarios1
Excelentes letras
Un beso
Carmen
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