¡Sí! Fue en las horas de la madrugada,
alguien ajusticiaba a otro ser,
le segó la vida con dos disparos,
luego se escuchó un auto
doblando la esquina con rapidez.
Hay un ser extendido en la calle,
acorralado de soledad y de sangre.
Hay un ser con los ojos nublados
y hay otro ser con aroma a pólvora en sus manos.
Y como siempre,
todo fue silencio, nadie dijo, ni oyó nada.
Todos somos cómplices en silencio.
Así sucede, cuando vemos gente
que golpea a otra gente.
O como aquel día, en que una mujer tiró
al suelo un vaso sucio y vacío,
alguien la vio, y no dijo nada.
Un vaso que estaba a dos metros
de un tarro de basura.
¡Sí! Seguimos siendo cómplices.
© Publicado por David Valencia Tobón. Reservado todos los derechos de autor.
- Autor: D. Valencia (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de marzo de 2011 a las 13:31
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 92
Comentarios3
muy bueno.
me gusto leerte.
un abrazo
Actitud es lo que se necesitar para declarar el enfado contra los asesinos... felicidades!!
Tu dúctil poesía puede tocar cualquier tema, condición del buen poeta. Ya sabés de mi admiración querido David.
Un poema con un tema cada vez más candente.
Un abrazo enorme
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