Rechoncha y bonita isla de España,
desgarra el alma
ver la marea esta mañana,
median las olas, porque ella, ni hablar puede.
Reparten rosas, rosas por toda la mar…
¡un poeta al cielo torna!
Un poeta grancanario,
espejo noble de la palabra,
trono de respeto, de silencio
premio de tolerancia, de Paz.
¡Juglar de aromas!, pupilos dejas;
repartiremos estrofas de posguerra,
versos que de tu garganta quemaban, ¡queman!
Ahora sé que existe un compromiso
más allá de uno mismo,
donde la Alianza será el día a día.
También huérfanos están los pájaros
dando trompicones, sin rumbo, entre los astros,
en este mundo del revés.
Vicente Alexander, es ocho de septiembre,
¿qué pasa hoy?
Se oye recitar al sol, la luna ¡de blanco!, se une,
corren las nubes, buscan butaca para oír mejor;
Pino Betancor tiene los brazos en flor;
¡Son poemas de Liverpool!
Son las dos, las dos en punto de reloj.
Un poeta torna al cielo, ¡del cielo vino!
¡manto de versos Señora del Pino; para Vos!
Eternamente, a bien, entre odas, acunes al Niño.
- Autor: AdelaVila ( Offline)
- Publicado: 19 de marzo de 2011 a las 07:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 94
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.