LA LUCIÉRNGA
Lucecita de poco vatiaje
que encendida de incógnito
alumbra en los matorrales
con destellos ecológicos.
Lucecita de color brillante
que iluminas la maleza
es tu brillo fascinante
un elogio a la belleza.
Farolito que en cálidas noches
sales brindando destellos
todo el que te conoce
disfruta el paisaje al verlo.
Luciérnaga de luz hermosa
que al volar tu senda alumbras,
tienes la luz ingeniosa
con que a todos nos deslumbras.
luciérnaga luminosa,
insecto que en noches brillas,
hoy te regalo mi estrofa
con su versos y su rima.
*****
LA CIGARRA
Tu sonido escandaloso
parecen altos parlantes,
llenando el paisaje boscoso
con sonidos retumbantes.
Las alitas transparentes
que te sirven de vestido
se cierran herméticamente
cuando emites tus sonidos.
Ay chicharrita cantora
a ti no te vence el desgano
porque cantas a toda hora
apenas llega el verano,
Tu canto tan insistente
por el campo se propaga
con el sonido elocuente
que ensordece la sabana.
Canta y canta cigarrita,
canta hasta que revientes,
que ya eres favorita
por ese canto elocuente.
Cigarrita cigarrona,
chicharrita, chicarrera,
si tu canto te emociona
sigue cantando parlera
*****
- Autor: Alejandro José Diaz Valero ( Offline)
- Publicado: 20 de marzo de 2011 a las 00:45
- Comentario del autor sobre el poema: Un merecido homenaje para estos dos insectos que tanto han impactado en mi vida desde tiempos de temprana edad.
- Categoría: Infantil
- Lecturas: 1346
Comentarios7
Si habré perseguido luciérnagas!! Si habré insultado cigarras!! (pobre cigarra!jaja, no tiene la culpa!) xD
Lindos bichitos al fin, merecido homenaje a ellos 🙂
Besotes Ale!
Bueno ya somos dos estimada colega. Bienvenida al club de "Perseguidores de luciérnagas". Con respecto a las cigarras siempre era un misterio saber donde se posaben, pues su color les permitía camuflarse con los troncos de los árboles y nos impedía localizarlas para poder espanto.
Es verdad, a veces hay que homenajear también a los bichitos, no tienen noción de serlo, y si están, es porque son parte de este habitat en que nos amuchamos. Eso sí, a las cucarachas no las soporto, jajaja
Hermoso Ale. Un besote.
Te acompaño en ese deseo de resaltar las curiosas cualidades de esos insectos cuyo modo de vida eran juguetes naturales de nuestra infancia. Tal vez algún día de estos escriba unos versos a la cucaracha y te lo dedique a ti, jajajajajaj.
Saludos amiga SU.
Noooo, jajajajajaj, aunque soy especialista en fumigación, jajaa, que culpa tendrán verdad? que a algunos humanos les digamos animales, cucarachas, víboras, en fin. Besitos Ale
Aplausos y más aplausos querido Alejito, eso si es querer a los animalitos.
Recibe mis abracitos.
Jajajajajaj, tal vez no quererlo asi que diga..Que bruto!!!(como dice Kiko) pero si rescatar las bondades de estos pequeños seres que tanta presencia tenían en nuestras vidas.
Un abrazo Feli, con iluminación y sonido de esos pequeños compañeros.
luciérnaga luminosa,
insecto que en noches brillas,
hoy te regalo mi estrofa
con su versos y su rima.
Estoy segura de que si ellas lograsen responderte te dirían así entre versos y alumbraditas.
Mi cocuyo hoy alumbra tus versos
Bendiciendo y elogiando esa inspiración
Si no me has visto desde hace ya algún tiempo
Es por que soy la que enciende la luz
en tu alma y en tu corazón.
Canta y canta cigarrita,
canta hasta que revientes,
que ya eres favorita
por ese canto elocuente.
Sobre las chicharas mi abuelito al ver que nos tapábamos los oídos por los ensordecedores sonidos y a su vez también les hacíamos mucho ruido para acallarlos; que esos era los machos y ese era canto era su manera de llamar a las hembras para fabricar las chicharritas .También se solía decir cuando alguien estaba molesto, que se iba a morir como la chicharra reventada.
Que grato es retroceder el tiempo no queda una sonrisa y una mirada travìesa tatuada.
Gracias paisana y colega, sencillamente maravilloso ese comentario en los mismos términos a la publicación. Veo que estas improvisando versos con mucha soltura y naturalidad, me alegro y te felicito. Muy lindo tu comentario, veo que te fuiste de retroceso para esos años en que todavía ni pensabas escribir versos.
Agradezco mucho tu entusiasta y nutrido comentario.
Un abrazo desde este rinconcito de Venezuela.
¿Quién de niño no ha cogido una luciérnaga y la ha observado con mucha atención fascinado por ese don que ella posee?... Yo sí lo he hecho...; pero ahora no creoq ue mis hijos puedan hacerlo... Pareciera que han desparecido de estos contornos...¡Es el precio de la industrialización, amigo mío!
En cuanto a la cigarra...¿quién no se acuerda de ella y de sus congéneres cuando quieres echar la siesta? je,je,je....
Un fuerte abrazo, amigo Alejandro,
Fidel
Gracias mi apreciado profesor, amigo y colega, es tu comentario una especie de confesión que con aire nostalgico reclama esas especies de insectos que nos dejaron vivencias dignas de recordar.
Te abrazo y te felicito por dejarme entrar en tus recuerdos.
la LUCIÉRNAGA y la CIGARRA, DOS INVITADAS DE LAS TARDES /NOCHES del estío veraniego.....me encantaron ambos poermas...
un abrazo
ALAS
Saludos crdiales amiga Alas. Muy sintetizado y rela tu mensaje, es parte de la vivencia propia del estío.
Un abrazo para ti.
Tengo años de no ver una luciérnaga, pero las añoro y las amo
Tengo años de no ver tampoco una chicharra, como se les dice por acá a las cigarras. Un día una cigarra se había metido a un avión de American Airlines, en Monterrey, mi ciudad, el día que yo lo iba a abordar en la mañana para ir de trabajo a los EEUU. La aeromosa al verla, empezó a sacudirla con algo como para matarla, el pobre animalito voló desesperado escapando de ser ultrajado, y no paraban todos de maltratarlo. Yo tuve qué gritar, para pedirles que dejaran de hacer lo que hacían, y todos se detuvieron, y a mí me vieron que la tome con cariño con una de mis manos, y con la otra la tapé con mucho cuidado, me salí del avión, mientras otras personas aún subían, y la dejé en libertad... Luego me preguntaba la aeromosa si me había dañado la mano, y yo le dije que lo que ellas hicieron, me había dañado el alma, porque esos tiernos animalitos llenaban de júbilo con sus cantos las primaveras y veranos a lo largo de mi vida...
Bella anécdota esa tuya con la gigarra mi amigo, es en si misma un cuento reflexivo con alto matiz conservacionista adornado con la calidad humana y la sensibilidad ultra plus de su autor.
Que más te puedo decir??? Gracias por compartirla.
Un abrazo.
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