Allí estaba,
cubierto,
sutilmente me ocultaba.
El miedo,
hábilmente me paralizaba;
jugaba con mis emociones,
me decía,
no puedes.
Una flor,
desde el corazón,
ese lugar mágico y profundo,
abría sus pétalos de amor,
movía las fibras de la acción.
De repente,
disfruté cada instante,
viví,
con responsabilidad,
con armonía.
Se disipó la oscuridad,
lentamente,
salí del laberinto existencial.
Allí estabas,
en ese camino angosto,
mostrándome la realización.
El sol,
ese
que se ocultaba fuera de mi piel;
ahora,
es mi guía,
mi energía,
la luz que me lleva al Altísimo.
Walter R. Agüero G.
21-03-11
- Autor: Walter Rafael Agüero Gomez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de marzo de 2011 a las 12:31
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 194
Comentarios1
Bellisimo!!!
me encanto leer tus letras.
Besos =)
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