Creer que podemos vivir sin un amor,
es negarle al alma la capacidad de
traducir el sentimiento de un te amo
de un te quiero de un te espero en una
honda que irradie el camino, y a las nubes
le de el color de la esperanza y matice
la luna de su bella luz para que nos alumbre
en las noches sin estrellas.
Negarle al amor la posibilidad de hacerse rey en
nuestros corazones, es negarle a la vida misma
la vida y dejarle morir en brazos del orgullo y la
Vanidad.
Has abierto tu corazón al mío y lo has oxigenado
de esperanzas, ahora estamos en la marcha sin regreso,
ahora estamos dejándonos llevar por el camino de
las quimeras y las promesas.
Ahora solamente tenemos la mirada puesta en
descubrir en cada uno de nosotros la capacidad de amar
y de decirnos y contarnos nuestros propios sueños
como una forma de acariciar el futuro y las cosas que
desconocemos.
Ahora es tiempo del amor,
no debemos detener la marcha del tren,
dejémos que el nos lleve al lugar donde las rosas
y azucenas crecen sin la poda del jardinero y sin el
riego de el porque la tierra esta abonada con
las caricias del viento y la ternura de las lluvias.
No le permitamos que la distancia sea quien decida
nuestro encuentro, mejor que sea el llamado de nuestros
corazones el que imponga el sello a nuestros destinos.
Sintámonos ser parte de este barco que cruzara
fronteras y océanos y que sean nuestros corazones
quienes gobiernen el timón del barco.
Creámonos uno al otro que nuestro amor nos pertenece
porque solo a partir de este axioma podemos comprender
que tú y yo somos uno al otro como el universo sus estrellas
como el tiempo del espacio.
Permitámonos ser quien queremos ser
no le dejemos a otros la razón de nuestra felicidad
somos únicos e irrepetibles en el universo,
La felicidad esta en nosotros mismos no en quien amamos.
- Autor: Sinai (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de julio de 2009 a las 11:23
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 102
Comentarios1
El mensaje claro , hay un instar a respetarnos y valorarnos , muy lindos tus versos
Un saludo de PEPITA
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