El pasado sábado, a los 82 años de edad, falleció el poeta asturiano Ángel González. El deceso se produjo a causa de una crisis respiratoria, de acuerdo a lo informado por fuentes cercanas al escritor. Sus restos fueron incinerados en el cementerio de la Almudena de Madrid, en una ceremonia en la que sonaron varios de sus versos y que concluyó con un fuerte aplauso por parte de los presentes.
Según su voluntad, sus cenizas serán esparcidas el próximo 19 de enero junto a las de su madre, en una sepultura que la familia González tiene en Oviedo.
Los escritores Luis García Montero, Almudena Grandes, Álvaro Pombo y Ricardo Labra; los músicos Joaquín Sabina, Miguel Ríos y Víctor Manuel; la actriz Pilar Bardem y la esposa del ex presidente español Felipe González, Carmen Romero, entre otras personalidades, se acercaron para brindarle el último adiós.
“Se fue sin sufrir y lleno de vitalidad”, afirmó entre lágrimas Susana Rivera, la mujer del fallecido poeta. González se encontraba trabajando en un nuevo poemario, para el que ya tenía varios títulos seleccionados.
El director de la Real Academia Española (RAE), Víctor García de la Concha, opinó que la muerte de González “es una enorme pérdida para la literatura en general”. García de la Concha destacó que, además “de un poeta extraordinario que deja escuela, era una gran persona y un devoto de la palabra que logró contagiar toda la belleza y su entusiasmo por la palabra a mucha gente”.
Joaquín Sabina, por su parte, señaló que “era un poeta en carne viva y uno de los seres humanos más dignos, decentes y ejemplares que han existido”. El escritor Jaime Siles agregó que González “mantuvo una postura profundamente crítica ante la realidad de la posguerra que le tocó vivir y el resultado fue una poesía ética, crítica y de testimonio”.
Ángel González Muñiz nació el 6 de septiembre de 1925 en Oviedo. Miembro de la RAE, entre los numerosos galardones que cosechó a lo largo de trayectoria se destacan el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1985) y el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (1996). El mes pasado fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Oviedo.
González vivió durante varios años en los Estados Unidos, donde fue profesor en la Universidad de Nuevo México. Entre sus libros, se encuentran “Áspero mundo” (1956), “Grado elemental” (1962), la antología “Lecciones de cosas y otros poemas” (1998) y “Otoño y otras luces” (2001).
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