La libertad de expresión es un derecho de todo ser humano. Para quienes se dedican al periodismo o a la comunicación a través del arte, poder hacer uso de ese derecho es indispensable: de lo contrario, su trabajo resulta condicionado. Por supuesto, cada persona debe hacerse cargo de sus dichos y asumir las responsabilidades que le corresponden por sus palabras.
El Estado, a su vez, debe regular aquellas manifestaciones que son ofensivas o que pueden incitar al delito. De este modo, la libertad para expresarse puede entrar en conflicto con la obligación de las autoridades de proteger a la comunidad.
Estas cuestiones están en pleno debate en Nueva Zelanda, donde el gobierno decidió prohibir la comercialización de “Into the river”, una novela de Ted Dawe. Se trata de la primera prohibición de este tipo que tiene lugar en el país de Oceanía en más de dos décadas.
La decisión fue tomada por la Oficina de Clasificación de Cine y Literatura (OFLC por sus siglas en inglés) debido al “lenguaje altamente ofensivo” y al “contenido sexual gratuito”, según señaló el director de la organización Family First, Bob McCoskrie, que encabezó las quejas contra el libro. McCoskrie, de todos modos, comentó en palabras recogidas por CNNExpansion.com que la asociación no pretendía prohibir el material, sino que exigía una “restricción de edad”.
“Into the river” había salido a la venta con una restricción para menores de 14 años. Nic McCully, censor adjunto de la OFLC, decidió luego eliminar dicha calificación, desatando las críticas de Family First. Finalmente el organismo colocó la obra en “orden de restricción” y prohibió tanto la distribución como la exposición del trabajo de Dawe.
El escritor, que se especializa en la literatura para jóvenes adultos, afirmó que este tipo de novelas brindan “seguridad” para que los adolescentes puedan “aprender” sobre cuestiones que no suelen hablar con sus padres. Los directivos de la editorial Penguin Random House New Zealand, responsable de la publicación de “Into the river”, apoyaron a Dawe y manifestaron estar “decepcionados” por la censura, recoge Etcétera.
Cabe destacar que la calificación de la novela aún no es definitiva. La OFLC volverá a reunirse en octubre y podría modificar nuevamente la restricción. Tal vez, en poco tiempo más, el libro de Dawe pueda volver a las librerías para que los lectores lo juzguen por sí mismos.
Links relacionados:
https://www.teddawe.com/intotheriver.html
https://emmaneale.wordpress.com/2013/07/02/book-banning-and-ted-dawes-into-the-river/
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