Colombia combina fútbol con literatura

Linda, interesante y edificante iniciativa lidera por estos días el joven Carlos Andrés Montalvo en Boston, un barrio humilde que se localiza en la zona sureste de la ciudad colombiana de Cartagena.

Según deja saber «El Tiempo», hace apenas unos meses él decidió cautivar a los niños de la zona con una escuela donde no sólo se aprende fútbol sino también a disfrutar la literatura.

Su idea es que, a través de esta propuesta que se ha dado a conocer con el nombre de «Fútbol con cabeza», los chicos puedan mantenerse alejados de las malas compañías y los hábitos dañinos. Como sabía que solo no iba a poder, Montalvo contactó a Martín Murillo, un experimentado promotor de la lectura.

Por fortuna, la estrategia ha tenido éxito y los chicos están entusiasmados. Ése es un buen primer paso: después, con el paso del tiempo, llegará la etapa de los perfeccionamientos.

Estos dos hombres están dispuestos a sacrificarse para llevar adelante y extender este desafío que va más allá de enseñarles técnicas futbolísticas. Ambos desean, por ejemplo, llevar a la escuela a futbolistas consagrados para que estimulen a los alumnos pero, al mismo tiempo, convocar a periodistas deportivos para que les transmitan desde otro lugar la pasión por el deporte.

Sin dudas, «Fútbol con cabeza» es una iniciativa para imitar a escala mundial.