La cifra la dio a conocer Federico Álvarez Arregui (doctor e investigador en filosofía de la UNAM) en el marco de los eventos por el Día Internacional del Libro, al presentar «El papel del libro en la cultura actual». Para exponer esta alarmante situación, se basó en datos publicados por la UNESCO.
Si bien el investigador -también director de la revista Literatura Mexicana, del Instituto de Investigaciones Filológicas– afirmó que el desarrollo de la industria editorial en México es el más grande en América Latina, destacó que sólo se lee medio libro por habitante al año.
La preocupante cifra, que fue reproducida en varios medios de comunicación, abarca a los mexicanos en educación primaria y hasta universidad: el 70 por ciento no lee. A raíz de esto, Álvarez Arregui consideró importante inculcar el hábito de la lectura desde niños. «El Estado y la UNAM deben tomar cartas en el asunto», puntualizó y dejó en claro que también se debe concientizar a los padres, ya que ellos tampoco leen. 
Desde su punto de vista, «si la producción editorial en México aumenta y se interviene en la lectura desde la educación primaria, la perspectiva sería buena, pues el progreso de la lectura en el país aumentaría».
En cuanto a las razones de esta falta de motivación, indicó que tanto la televisión como la computadora están provocando pérdida de destreza intelectual y capacidad para razonar. «Ahora hay que memorizar todo: desde sumas, restas, hasta recitar poemas. En el momento en que una persona accede a la televisión y no lee un libro, está perdida», expresó.
Álvarez Arregui también hizo referencia a la situación de la lectura en otros países: «En Argentina, Chile y Uruguay se estima que se leen al menos tres libros al año”, dijo.
Comentarios4
entonces deberian dar libros y no venderlos tan caros
"Entonces deberian dar libros y no venderlos tan caros"... no sería lo ideal. No, porque sólo se valora lo que nos cuesta, lamentablemente así pasa con la mayoría de la gente. A decir verdad, estoy de acuerdo en que los precios de los libros deberían ser más accesibles, pero para que eso suceda van muchas cosas de por medio y comenzando por la demanda de la gente y, como eso no sucede no podrá ser.
Para que eso suceda podríamos comenzar por comprar de a poco libros, hacernos de la costumbre así como la de ir al baño, reemplazando la revista por un buen libro. Y poniendo el ejemplo a los niños, nuestros hijos, hermanos. En lugar de regalarles juegos de videos, que son mas caros que los libros. Todo comienza por uno mismo. Los cambios no son como un tronar de dedos, se necesita constancia.
En fin, es mi particular punto de vista y a la vez sugerencia.
Desafortunadamente a veces la economia aunado a la costumbre. Pero actualmente en las escuelas se esta promoviendo mucha la lectura y estoy segura que el porcentaje bajara.
En realidad no creo que sea culpa de la televisión y de las computadoras el hecho de que la gente no lea. También en la televisión hay programas educativos para los niños, y aunque no es recomendable dejarlos ver televisión por más de una hora al día, es responsabilidad de los padres elegir lo que queremos que vean en ese corto tiempo.
Por otro lado, por medio de las computadoras a veces es la mejor opción para conseguir información, porque al no tener dinero para comprar un libro, o no poder conseguirlo por no vivir cerca de una librería que se lo pueda prestar, los jóvenes tienen que recurrir a esta opción.
Quizá deban cambiar las estrategias que usan para promover la lectura, si bien es cierto que desde pequeños debemos animar a los niños a leer, y que como padres debemos dar un ejemplo, también en las escuelas deben enseñarles que leer no es como una obligación, si no que puede ser algo divertido. Muchas veces la manera de educar de los maestros hace que los niños asocien un libro con el miedo de no hacerlo bien. Si no se les alienta, cuando hacen una lectura no tan perfecta en la clase, ellos iran perdiendo el interés.
Si quieren que ese porcentaje de lectura entre los mexicanos se incremente, deberían darles más acceso a los libros a los niños, ponerles quizá una cierta cantidad de libros para prestar en las escuelas, sobre todo en las zonas rurales, que son las que tienen más dificultades para conseguir libros.
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