Para no desaprovechar la oportunidad de recordar a la sociedad la importancia de la lectura, varios países del mundo han implementado desde hace tiempo algunas iniciativas que buscan instalar el hábito a través de libros gratuitos. El intercambio de libros propuesto por la empresa ferroviaria Renfe y el reparto de cuentos en estadios de fútbol de Argentina son sólo dos antecedentes de esta medida que, año a año, se repite de diferentes maneras.
Por estos días, el escenario elegido para regalar una gran cantidad de libros (en el marco del proyecto denominado «Lecturas Informales») han sido las playas españolas de Las Delicias de Águilas y La Manga, donde los veraneantes recibieron ejemplares de libros como «Ocho leyendas para el Mar Menor», de Santiago Delgado, «La acacia roja», de Raquel Lanseros y «Trapos Sucios», de Inma Pelegrín. Además, en la playa de Doniños los bañistas tienen la posibilidad de disfrutar de una biblioteca móvil que ofrece 400 opciones literarias para todo tipo de público, tanto en gallego como en castellano. Pero no todos los planes de fomento de lectura incluyen al ámbito playero: en caso de concurrir a las piscinas municipales de Murcia, por ejemplo, se podrá disfrutar de un servicio conocido como «bibliopiscina», mediante el cual se podrá acceder al préstamo de alguno de los 300 libros, periódicos y revistas disponibles.
Por otra parte, la Comunidad de Madrid junto al Ministerio de Cultura, el Ayuntamiento, la Asociación de Editores madrileña, el Gremio de Libreros y el Centro Español de Derechos Reprográficos han repetido, una vez más, su campaña «Libros a la calle», a través de la cual intentan estimular el gusto por la lectura en los usuarios de transportes públicos.
Como lo demuestran los ejemplos citados, España se ha comprometido en gran medida con esta idea de promover la lectura en diversos ámbitos. Ojalá entonces que estas iniciativas puedan ser aplicadas en otros países del mundo para que, poco a poco, todos los habitantes puedan disfrutar sin excusas de un hábito tan enriquecedor como lo es el leer un libro.
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