Fallece el poeta español Julio Aumente

El gran poeta cordobés Julio Aumente, a sus 84 años de edad, falleció el pasado sábado 29 de julio.

Estaba viviendo en Madrid, y padecía una enfermedad hace ya largo tiempo que, agravada recientemente por una hepatitis, terminó con su vida.

La alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, comunicó la tristeza que esto representa y enalteció la grandeza de Aumente.

Las obras de Julio Aumente incluyen:

El aire que no vuelve Madrid (1955)
Los silencios Madrid (1958)
Por la pendiente. oscura (1947 – 1965)
La antesala (1981-1983)
Verde laurel para Michele (1984)
De los Príncipes (1990)
El canto de las arpías (1993)
De las cabras o Amor y psiqui (1992)
La entrevista y otros poemas (1994)
Poesía completa 1955-1999 (2004)

Desde Poemas del Alma, queremos que, si no conocieron la obra de este gran poeta en vida, lo hagan ahora, para descubrir una poesía magnífica.

AL FILO DE LAS NOCHES

Un cuerpo que se entrega no es difícil hallarlo.
Eso eras tú, un hermoso cuerpo divino y vivo.
Una breve cintura, un racimo dorado
en tus ojos brillando entre los ríos de Agosto.
Pero es fácil que un cuerpo fulja como una gema
si como amor se mira, con verdadero amor.
Amor y no esa débil pasión que muere a un tiempo
con el último goce de los cuerpos vencidos.
Para mí la palabra, para ti la caricia;
para mí la sonrisa y el arco de tus cejas,
para mí el fruncimiento de tu labio rosado,
superior, tibio, altivo, carnal, condescendiente.
Pero el amor no muere porque nunca ha nacido
en ti, que languideces al tocar de los dedos.
Tú buscas el secreto, la dulzura, el peligro
del momento robado al filo de las noches.
La amistad para ti, o el amor, eran sólo
nombres a que invocar en las horas perdidas.

PAISAJE CON CAMPANAS

Son ya las seis y media y es domingo. Febrero
trae uno de sus días soleados y dulces
en los que ya se siente rozar la Primavera.
Desde este mirador veo Córdoba: sus torres
y sus casas bañadas en el sol de la tarde,
con un silencio apenas roto por unos pájaros
o por llantos de niños en las casas cercanas.
A veces toda la ciudad vibra entera
y el aire es dulcemente rasgado
por la campana de un convento que toca a Vísperas.
Primero es el Císter, luego la Encarnación,
lejos se oyen apenas Santa Isabel y el Corpus.
Después viene el silencio a dominar de nuevo.
Por la campiña se vuelve el aire tenuemente violeta
y en la sierra los montes oscuramente azules,
¿acaso no es la tarde como una nueva aurora?
San Jerónimo cubre su perfil de naranjas.
Un rumor de caballos sube desde la calle.
Las campanas repiten su llamada insistente
y los pájaros huyen de las torres. El �?ngelus
se extiende en toda Córdoba entre sol y silencio.
En la blanca azotea de un convento apartado
del mundo por ligeras celosías de madera,
una monja recoge las ropas ya secadas.
La última campana ha cesado. Imperceptiblemente
la tarde va dejando jirones de sí misma
en las cumbres más altas de Sierra Morena.
Lejos hacia Granada las luces van huyendo
y ni un rayo de sol queda ya en los tejados.
Los jardines ocultos van despertando al frío
y de un balcón oscuro surge un rumor de música.
La noche viene lenta casi como la muerte
que se espera, no llega y de pronto ha llegado.

SARCÓFAGO DE CÓRDOBA

Allí se reclinó el cuerpo cansado
de aquel que buscó y no halló la absoluta belleza,
verde jardín que refresca el surtidor,
no más, no más sino dormir eternamente.
Filósofo abúlico o dacio mílite,
noble patricio o emperador divinizado,
en tan deslumbrador rectángulo de mármol
rosado mineral, tal si de Paros,
con luz lunar iluminada luce
vegetal o animado relieve caliente e inmortal
en cuya puerta, innominada, resquicio cierto incita
a traspasar el dudoso dintel ignoto.
Puerta indecisa que separa
sucio mundo presente de un más dichoso prometido;
Hades funesto así lo aceptas sin pavor alguno,
senda de luz y silencio abierta ante tus pies,
niebla acogedora te envuelve en tu mortal deceso,
esplendor evanescente que hace traslúcido el frío alabastro.
Sarcófago de Córdoba que en ti mismo devoras
cruel ciudad desdichada a la vulgaridad entregada con desidia.
Descansa ahora y luego resucites,
corta fusión perecedera,
para de ti volver, alta realeza,
polvo o aire, del agua, triunfal de nuevo en ti reconvertirme.

[Poemas de Julio Aumente]

Comentarios7

  • MARIA DEL CARMEN ESCOBAR DE CALDERON

    La verdad no tenía conocimiento del escritor JULIO AUMENTE, estará desde hoy en mis momentos de estudios literarios. A Córdoba su tierra y a españa mis felicitaciones por este gran hombre. PAZ EN LA TUMBA A JULIO Y MI VENIA A SUS 48 AÑOS.

  • Edith

    Mis más sentidad condolencias a sus familiares y al circulo literario de España .

  • carlos curtihuanca c.

    Estimados lectores, ha muerto un poeta, que supo plazmar con la pluma y la fuerza de su corazòn, la gloria de su alma los poemas que el mundo se deleita disfrutarlo incansblemente, ruego a nuestro creador lo mire con hidl guia de un poeta, y en el cielo deleite con sus versos, a todos los que se encuentren al amparo de Jesùs, y le conceda la paz con poecia celestial: Carlos

  • amalia

    mi más sentido pesame, a sus familiares y ha todos los que le conocieron
    Siempre se van los buenos¡

  • ana maria

    EN VERDAD ,NO TENIA CONOCIMIENTO DE ESTE POETA .
    EN VERDAD ME GUSTO MUCHO .
    MI MAS SENTIDO PESAME A ESTE GRAN POETA .
    ANA MARIA

  • ana maria

    SOY DE URUGUAY ,MONTEVIDEO

  • yesenia

    fue un gran escritor q descanse en paz el poeta español julio aumente mi mas sentido pesame



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