El escritor y poeta cubano Osvaldo Navarro falleció ayer a los 61 años de edad, víctima de un infarto masivo. El deceso aconteció en la ciudad de México, donde residía desde hace dos décadas, y fue confirmado por su amigo y colega Carlos Olivares Baró.
Navarro nació el 18 de agosto de 1946 en Las Villas, fue integrante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias en su juventud y estudió Filología en la Universidad de La Habana. Con el correr del tiempo se volcó a la docencia, al periodismo y a la literatura, hasta ser considerado como uno de los autores cubanos más importantes de su generación.
En 1987 se exilió en México y más adelante llegó a obtener la nacionalidad de dicho país. Allí colaboró con medios como “La Jornada” y escribió varias de sus principales obras. Navarro también vivió una temporada en Miami, donde en la actualidad residen sus hijos Osvaldo y Nazin. Su esposa, la poetisa Elena Tamargo, confirmó que el escritor será cremado y que ella se encargará de llevar las cenizas a dicha ciudad estadounidense, tal como era la voluntad del poeta.
Respecto a su posición política, Emilio Ichikawa afirma en BitacoraCubana.com: “En sentido general, Navarro se afilia a la sensibilidad romántica de la historia revolucionaria, considerando que el presente no es más que una degradación ilegítima de una gloria inicial”. Navarro le respondió en su momento que “creía en la capacidad revolucionaria del arte y la literatura para transformar la realidad” y que los males que aquejaban a la sociedad cubana le parecían “circunstanciales y, por lo mismo, superables mediante la crítica”.
El talento literario del escritor le proporcionó numerosos galardones, como el Premio Nacional de la Crítica de Cuba, que recibió en 1984 por “El caballo de Mayaguara”.
Otros de sus libros más destacados fueron “De regreso a la tierra” (1974), “Los días y los hombres” (1975), “Espejo de conciencia” (1980), “Las manos en el fuego” (1981), “Nosotros dos” (1984), “Combustión interna” (1985), “Clarividencia” (1989), “Xabaneras” (1996), “Catarsis” (1999) e “Hijos de Saturno” (2002).
En los próximos meses, el Instituto Politécnico Nacional de México editará una antología de su poesía. Por otra parte, se supo que un ensayo de Navarro sobre José Martí está pendiente de publicación.
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