Cuando algunos piensan que los libros impresos están en vía de extinción, otros organizan un evento que rescata ejemplares con más de un siglo de antigüedad. Vale la pena el esfuerzo: lo digital es maravilloso, pero no debería destruir el acervo cultural que la Humanidad forjó a lo largo de la historia ni imponerse como alternativa única.
La VIII Feria del Libro Antiguo de Buenos Aires, que comenzó el pasado miércoles y se extenderá hasta mañana, expone más de 2.000 libros que tienen cien o más años de vida. El evento, que se lleva acabo en el Ministerio de Educación de la República Argentina (salón Alfredo Bravo) y que tiene entrada libre y gratuita, cuenta con la participación de veinte librerías que se especializan en libros antiguos.
La organización de esta atípica feria corre por cuenta de la Asociación de Libreros Anticuarios de la Argentina (ALADA). Su vicepresidente, Lucio Fernando Aquilanti, comentó a Clarín que se trata de un acontecimiento «fundamental» para el sector editorial, ya que convoca a bibliotecarios, coleccionistas, académicos y editoriales. Tampoco faltan los «curiosos», explica Aquilanti, ya que la feria supone la «oportunidad perfecta» para encontrar libros del siglo XV, por ejemplo, y descubrir el universo literario de la Antigüedad.
Se espera que unas 4.000 personas recorran el salón Alfredo Bravo, de acuerdo a las estimaciones de los organizadores. Entre las obras más importantes que estarán disponibles, se destacan un libro del cronista Ulrik Schmidl que apareció en 1599 y las primeras ediciones de «La biblioteca de Babel» (de Jorge Luis Borges) y «Rayuela» (Julio Cortázar).
Alberto Casares, el presidente de ALADA, afirma que las editoriales de hoy intentan convencer a la gente de que los libros, si no son novedades, «no valen». Para este librero especializado, en cambio, un libro antiguo «no tiene fecha de caducidad» y vive gracias a su «contenido» y a su «propia historia como objeto», según recoge La Nación.
Tal vez sea hora de recuperar la valorización de los libros como soporte material. La experiencia de acariciar hojas impresas hace décadas o siglos y de dejarse embrujar por sus palabras nunca debería perderse, por más que hoy los textos viajen por el espacio cibernético y trasciendan tiempo y espacio. La convivencia entre todos los materiales literarios es posible.
Links relacionados:
https://bibliotecajvg.blogspot.com.ar/2012/11/viii-feria-del-libro-antiguo.html
https://consejodemediosaudiovisuales.blogspot.com.ar/2012/10/por-octava-vez-abre-sus-puertas-la.html
Comentarios2
Me parece excelente ese rescate y observaciòn: "un libro antiguo “no tiene fecha de caducidad” y vive gracias a su “contenido” y a su “propia historia como objeto”
Importante destacar que es solo hasta hoy, 3 de noviembre de 2012, de 15 a 21 hs., en el Salón Alfredo Bravo, Montevideo 950, Ministerio de Educación de la Nación, con entrada libre y gratuita.
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