Varias décadas han pasado desde el fallecimiento del escritor checo Franz Kafka, pero su figura aún se mantiene vigente y hasta genera novedades de repercusión mundial.
A diferencia de otras ocasiones, esta vez el creador de «La Metamorfosis» no es noticia por la trascendencia alcanzada por sus obras sino porque varios de sus manuscritos y dibujos han sido exhumados.
Aunque el autor le había solicitado a su amigo Max Brod que, tras su muerte, eliminara todo rastro de sus escritos, su deseo no fue cumplido ya que su albacea llevó consigo las obras cuando decidió viajar a Israel para no ser víctima del accionar nazi.
Tiempo después, los trabajos de Kafka fueron legados a su secretaria y amante Esther Hoffe quien, al fallecer, dejó a sus hijas como responsables de estos documentos aunque Brod pretendía cederlos a la Biblioteca Municipal de Tel Aviv o a alguna institución pública israelí. Hasta hace algunos días, parte de ellos se mantenían ocultos en dos bancos de Tel Aviv, pero a raíz de un proceso judicial iniciado para determinar a los legítimos herederos, el tesoro salió a la luz.
Los originales quedaron al descubierto debido a la exhumación que se produjo casi de forma simultánea en un banco de Zúrich y en dos entidades de Israel y hasta estas horas generan un fuerte enfrentamiento entre sus herederas y el Estado de Israel, país que los reclama por considerarlos parte de su herencia cultural.
Pese al revuelo que ha generado esta cuestión, desde el punto de vista del experto James Hawes es poco probable que las cajas de seguridad hayan conservado durante décadas piezas valiosas. «Sospecho que lo que va a estar allí es, simplemente, una colección de cartas personales y documentos, cartas entre Max Brod y Kafka, y así sucesivamente», expresó el especialista según reproducen desde «La República».
Claro que, a diferencia de las conclusiones de Hawes, hay quienes confían en descubrir nuevos detalles de la vida y obra del autor nacido en Praga en julio de 1883. Por ahora, las versiones, las opiniones y las ilusiones son muchas, pero lo único cierto es que existe una intensa disputa judicial en torno a un tesoro que su creador pretendía hacer desaparecer tras su fallecimiento.
Comentarios1
Por qué querría Kafka desaparecer sus escritos?
¿Será que en aquel tiempo, tesoros como ese no constituían valor alguno?
Por si acaso, que los míos se guarden, jaja.
Interesante noticia, qué iba a imaginarlo Gregorio, no?
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