Aún en la actualidad, el afamado escritor alemán Günter Grass, un hombre comprometido con la cultura, la vida política y la defensa de los derechos humanos, es criticado por algunos sectores por haber admitido, de modo tardío, que, en 1945, había servido por unos meses al ejército nazi.
Si bien ese dato ya se ha hecho público hace tiempo, todavía quedan algunos secretos vinculados al pasado de este autor que amenazan con quedar al descubierto. Para conocer parte de esa información que se ha mantenido oculta hasta estos días, sólo habrá que esperar unos pocos meses porque, según publica la agencia EFE, la editorial berlinesa Christoph Links tiene previsto publicar en marzo el informe elaborado por la policía germanooriental en relación a las actividades del escritor.
«Günter Grass en la mira: las actas de la Stasi» será el título de este extenso material que, además de las actas realizadas por los agentes de la ex República Democrática Alemana (RDA), incluirá declaraciones del propio autor y testimonios de varios testigos de la época.
Cabe recordar que, en la década del «50, Grass defendió de forma pública a su colega Uwe Johnson y se animó a condenar, mediante una carta, la construcción del Muro de Berlín. Como consecuencia de este accionar, el Ministerio de Seguridad Interior de la RDA no dudó en vigilar sus movimientos.
Con disimulo y eficacia, el servicio secreto llegó a acumular una gran cantidad de datos sobre el creador del exitoso «El tambor de hojalata». Esa documentación, a partir de ahora, permitirá conocer cuáles eran las estrategias desarrolladas por los exponentes literarios de ambos lados del muro para asegurar el intercambio cultural entre las dos Alemanias. El libro, además, facilitará la comprensión de los sistemas de control y vigilancia del Estado comunista y dejará al descubierto la táctica de la policía para investigar personas.
Comentarios2
Muy buenas noticias, pero la época negra de la caida de Berlin es asustadora porque con ella arrastra pasajes que lastimaron mucho al mundo por la afectación a miles de familias que hasta hoy sufren secuelas de aquello.
Juan Perón siempre le negó un trabajo digno a Jorge Luis Borges por apoyar a los Aliados durante la Segunda Guerra mundial; e incluso echó preso a su familia. Le ofrecieron trabajar en los mercados con los pollos. Además, Perón le dio visas a miles de criminales de guerra nazi (Le Nazisme en Amérique du Sud de Sergio da Costa) inmediatamente después de la guerra, cuando Grass era soldado nazi. Sin embargo, la Academia Sueca nunca le quiso otorgar el Premio Nobel a Borges, pero sí se lo otorgó a Gunter Grass. Otro gran admirador de Hitler, Salvador Dalí, nunca fue cuestionado por la izquierda que tanto admira sus masturbaciones con colores tipo Walt Disney. Borges fue el único poeta en mencionar la cámara letal (Auschwitz) en El Libro de Arena.
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