Hace tiempo que, en India, los intelectuales manifiestan su disconformidad con la realidad violenta e intolerante que dicen vivir en el país desde que asumió el poder el primer ministro Narendra Modi.
Días atrás, La Jornada informó que, a modo de protesta, numerosos escritores han resuelto devolver el galardón literario más importante a nivel nacional que concede la Sahitya Akademi. Esta acción, impulsada por poetas, dramaturgos, novelistas y ensayistas que escriben en hindi, tamil e inglés, pretende llamar la atención sobre los casos de violencia civil y los ataques que, en el último año, han sufrido los exponentes del universo literario.
Ahora, una marcha en Nueva Delhi es la estrategia que han elegido los autores para renovar sus reclamos y denunciar a la ya citada Academia de Letras por mantenerse ajena y en silencia frente al clima actual de intolerancia. Mientras se desarrollaba esta movilización, los directivos de la entidad literaria debatían puertas adentro este panorama que ha sido calificado por ciertos medios de prensa como una rebelión.
The Indian Express, según recogen desde El Telégrafo, abordó el tema presentándolo como una “rebelión sin precedentes” que involucra a “lo mejor del talento literario” del país.
Una de las intelectuales que no dudó en ocultar su opinión fue la escritora Nayantara Sahgal, quien sostuvo que tanto el debate como la “cultura de la diversidad” se encuentran “bajo asedio”. El poeta Ambika Dutt Chaturvedi, por su parte, explicó que la idea de oponerse a recibir el premio apunta a dar un mensaje sobre la creciente intolerancia, tal como publica Prensa Latina.
Desde el punto de vista de Surya Prasad Dikshit, uno de los integrantes de Sahitya Akademi, el camino adecuado no es el de las marchas ni el de la renuncia a premios sino el de la presentación de pruebas frente a las autoridades para dar sustento a sus denuncias sobre las amenazas contra la libertad de expresión.
Frente a la trascendencia internacional que ha tenido esta situación, asimismo, Arun Jaitley, quien se desempeña como ministro de Finanzas, aseguró ante la prensa que este accionar de los intelectuales responde al apoyo y a los beneficios que otros gobiernos le han dado a estos literatos que, en palabras suyas, son “ideológicamente intolerantes”. Como resulta evidente, habrá que aguardar un tiempo para saber cómo se solucionan estas diferencias y se recobra la paz…
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