Un artículo publicado en el blog «Vano Oficio» del diario «El País» provocó hace algunas horas que muchos lectores repararan en la figura de Iván Thays, el escritor peruano que firmó la nota, ya que en ella el autor disparó varias críticas hacia la comida típica de su tierra.
Nadie dice que a todos deban gustarle las mismas cosas, pero cuando figuras de cierto renombre mundial hacen públicos sus pensamientos y, para darlos a conocer, eligen frases impactantes, es inevitable que surjan repercusiones.
En este caso, Thays adquirió protagonismo a escala internacional por reconocerse a sí mismo como uno de esos pocos peruanos «que detestan la burbuja de aire que llaman el boom de la gastromonía peruana».
Según reveló, sus restaurantes favoritos ofrecen pastas y no se especializan en propuestas como cebiche, ají de gallina o pisco peruano. Para él, los platos peruanos no sólo no son «la mejor comida de Latinoamérica» sino que hasta hacen méritos para ser considerados como «indigestos» y «poco saludables».
Sin duda, estas reflexiones del escritor parecen armadas para armar polémica, pero tal vez al conocer el contexto en el que se gestaron y al leer la revelación que el escritor reservó para el último párrafo de su nota, uno pueda minimizar el asunto y darle a estas apreciaciones la importancia que merecen tener.
Al respecto, hay que decir que Thays hizo hincapié en la gastronomía peruana inspirado en el lanzamiento de «Cocinero en su tinta», una obra de su colega Gustavo Rodríguez que ha sido definida como «la primera novela sobre la gastronomía peruana». Tampoco es un dato menor el hecho de que tras haber criticado la comida de su país Iván Thays haya cerrado el texto con un «No sé nada de cocina»…
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