Murió Edda de los Ríos, una mujer talentosa, un ser humano demasiado sensible, una artista que volcó sus pasiones en los desafíos, las luces y los colores del escenario. Un sentimiento de pesar nos cubrió a todos los que la conocimos y valoramos su tan particular manera de hablar, de sonreír, de compartir sueños comunes, de extender su cariño.
Tenía los ojos hermosos, la voz suave, la convicción artística en los huesos, en las venas, en toda su hechura humana, ciertamente.
Sobre su ataúd colocaron las banderas del Paraguay y del Partido Liberal.
¡Qué despedida vibrante! ¡Qué adiós de adioses! Ella, tan artista (pero, además, tan particularmente humana) se instaló ya en el recuerdo colectivo.
Una partida nos deja sentimientos varios en el alma. Pensé. Anduve pensando, a propósito de Edda, en torno al arte.
Pensé en la poesía. Se dice, con mucha sabiduría, que la poesía no es de quien la escribe, sino de quien la necesita.
Cuántos hombres y mujeres van hasta los labios de ella y los besan una y otra vez, para jamás saciarse.
Descontentos con los besos, buscan, por vaya uno a saber qué caminos, sus ojos (no sé, por supuesto, qué color tienen) para ver en ellos a los pájaros, libres en sus trinos de altura, en sus aleteos que suenan a tambores de universo.
Buscan los hombres y las mujeres el alma de la poesía.
Y es su alma un no sé qué, una ternura suspendida de una rama, como dorado hilo, una respiración por la que fluye la existencia, un río que corre bajo nuestros pies llevándonos al verdadero territorio del cielo.
Me vienen a la mente las figuras de famosos poetas que aportaron sus mejores luces y direcciones a la literatura: Pablo Neruda, Rubén Darío, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Vicente Huidobro, Alfonsina Storni, Gabriela Mistral, Alejandra Pizarnik. Ah…, cuán larga lista. Y cuánto cromatismo. Estos poetas, y otros que no cito pues el papel es tirano, acercaron sus palabras, sus sentimientos, sus idas y venidas por pasillos imaginarios, a un mundo que necesita volar, soñar, desprenderse de sus raíces y asperezas, de la realidad tajante, de la sociedad que esconde su infección bajo ropas aromadas y vistosas.
Cuando yo vaya a morir (cosa que no va a ocurrir, porque a nadie, y menos a mí, se me ocurre que voy a morir) quisiera que me lleven a mi pueblito. Ya está: vamos todos al pueblo, que la fiesta comienza y va a estar divertida.
¿No extrañamos, acaso, quienes vivimos en la ciudad, el lugar de nuestra niñez, aquel nido rotulado? Pues, bien, que me lleven a Villeta.
El olvido vendrá rápidamente, lo sé, pero de veras no me importa. Lo que sí me importa es que me cubran con una sábana blanca. En la sábana debe estar dibujada una enorme mariposa. Tendré por fin mi bandera. “Cuánta ocurrencia”, pensarán. “Pero si la vida está llena de ocurrencias”, me adelanto a responder. No sé si la poesía tiene bandera. Se inventan tantas cosas, todos los días, y yo tan desinformada.
Sentiré que bajo la bandera estaré más cómoda, más tibiecita, más abrigada contra el fresco, aunque fuera a mojarme si lloviera.
Somos tan tremendamente frágiles los poetas. No vaya yo a avergonzarme de mi nuevo estado. Necesito que me cubran; estaré contenta y buena si no me contrarían.
Sepelio. ¿Qué sepelio? Hablarán zonceras de mí. No puedo pedir tanto. Soy tan solo una mujer. Nomás me atrevo a escribir, porque otras cosas no sé hacer. La cocina no va con mis genes. Dicen que aburro en las conversaciones. Hablo mejor si hablo a solas. Converso con la poesía. Su voz suena a truenos, a música de Mozart, a agua que va cayendo de unas manitas rosadas, a aleteo de un millar de mariposas amarillas.
Escrito por Delfina Acosta en el Suplemento Cultural del diario ABC (Paraguay)
Comentarios10
!!!WOW!!! SHE WAS A GREAT WOMAN...ONE OF THE BEST IN THE WOLD...SHE IS IN OUR HEARTS...NNENNA"
Que triste es perder una poeta de ese estilo relevante que poseia como persona humana,de esos versos incomparables que nacian de su corazónrealmente es triste.Que Dios la reciba en su paraiso,y solo nos lleva ladelantera.
Perder a un poeta es una señal de alegría en el cielo,
es quitar del firmamento una estrella
y se desparrama sobre mi tierra, las más bella,
dejando en cada arena un poema de consuelo
que nos recordara ya sean tristezas o amoríos;
Descanza en paz, Grande poeta, Edna Ríos.
ESTA HERMOSISIMO
Una mujer admirable, la Sra. EDDA DE LOS RIOS, piso fuerte los escenarios con radiante personalidad y hablo con voz femenina pero potente sobre sus ideales libertarios. Nunca sera olvidada en mi Pais PARAGUAY, Y definitivamente hoy ocupa el sitial merecido en la lucha por los destinos de un Pais mejor. HASTA SIEMPRE SEÑORA¡¡, asi con mayuscula.
realmente literatura especial en cada sueño para lograr atravez de este poema encontrar esa magia sin descansar
MIS CONDOLENCIAS,AL HERMANO PAIS Y A LA FAMILIA DE ESTA GRAN MUJER; EL MUNDO LITERARIO PIERDE UNA GRAN PLUMA,
LOS ENAMORADOS LLORAMOS TU PARTIDA,
EL AMOR ESTA DE LUTO.
La vida es triste no por que uno de muere,
sino porque hacés falta a otros.
[email protected]
Buenos poetas que se van, es lamentable.
saluditossss
Descanse en paz Sra. Edda.
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