Un libro de Carla del Ponte genera controversia

Por estos días, la flamante embajadora de Suiza en Argentina, Carla del Ponte, se encuentra en el centro de la polémica por la aparición de su esperado libro titulado «La caza. Yo y los criminales de guerra», una publicación que, al menos hasta el momento, no puede ser promocionado por la autora debido a una prohibición emitida por el Ministerio Suizo de Asuntos Exteriores.

Según trascendió, a través de este libro, quien fuera hasta enero pasado jefa de la fiscalía del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY), confiesa haber recibido información acerca del presunto secuestro y asesinato de 300 serbios en manos de traficantes de órganos que, de acuerdo a lo que se sospecha, podrían haber sido de origen albano-kosovar. Entre los sospechosos de esas prácticas que, tal como asegura Del Ponte, tuvieron lugar en 1999, señala EFE, estaría Hacim Thaci, actual primer ministro de Kosovo quien por ese entonces era jefe del Ejército de Liberación kosovar.

Tras estas revelaciones, indica El Mercurio Online, el procurador nacional serbio para la lucha contra los crímenes de guerra, Vladimir Vukcevic, confirmó el inicio de una investigación para verificar los hechos denunciados a través del libro. Por su parte, Jean Philippe Jeannerat, portavoz del departamento diplomático suizo, consideró que las declaraciones volcadas en la obra «son incompatibles con el cargo de representante del Gobierno», tal como reprodujo la agencia rusa de información Novosti.

Tiempo antes de verse impedida a difundir su libro, Carla del Ponte había expresado, en declaraciones para el sitio Swissinfo, que confiaba en que esta publicación sirviera para obtener «justicia internacional para los millares de víctimas de estos crímenes».

Habrá que esperar un tiempo para conocer el final de esta historia desencadenada a través de un controvertido libro. Mientras tanto, los lectores deberán conformarse con sólo tener la posibilidad de adquirirlo en librerías italianas y suizas ya que, al menos por el momento, tras la prohibición de promocionarlo, la diplomática no ha podido firmar los ejemplares.