Por la popularidad que logró alcanzar debido a su condición de criminal, el estadounidense Alphonse Gabriel Capone es una de esas figuras que permanecen en la memoria colectiva aún cuando ya hayan pasado varias décadas desde su fallecimiento.
Sobre la vida de este famoso gángster se han desarrollado numerosos filmes y diversos libros, pero parece que aún quedan detalles por contar, ya que una de sus sobrinas nietas ha elaborado un nuevo material que, pese a que todavía no fue lanzado, ya ha generado un gran revuelo familiar.
Quien decidió llevar al papel sus recuerdos sobre el mítico contrabandista es Deirdre Marie Capone, una anciana que vive en Florida y no duda en confesar de forma pública que, para evitar prejuicios e incomodidades sociales, prefirió cambiar su apellido y mantener a sus hijos alejados de esta realidad durante varios años.
Aunque, por su cercanía al hombre que perdió la vida en enero de 1947, esta señora está en condiciones de develar anécdotas y todo tipo de datos interesantes sobre la personalidad de Al Capone, la aparición de «Tío Al» no ha sido del agrado de otros integrantes del clan.
«El tío murió hace sesenta años. Dejémoslo descansar en paz», clamó con fastidio Theresa Hall, otra de sus sobrinas nietas, mientras que otro integrante del grupo citado por «Wall Street Journal» consideró oportuno reflexionar y analizar «a quién le conviene volver a hablar de esta historia», tal como reproduce la agencia ANSA.
Lejos de arrepentirse por su proyecto editorial, la flamante autora de «Tío Al» ha preferido restarle importancia a las críticas ya que está convencida de poder aportar información más relevante y curiosa sobre el gángster al que varios historiadores intentaron retratar «sin haber escuchado jamás su voz». Como resulta evidente, a Deirdre Marie Capone poco le interesa la oposición de sus allegados porque supone que su libro no sólo no pasará desapercibido en su país, sino que no tardará en tener repercusión internacional.
Comentarios2
La mejor manera para quedar en la memoria colectiva es ser criminal de alto rango o mejor todavía criminal de guerra. Más gente se asesina más popularidad se adquiere. Napoleón es un héroe para los franceses y fue un criminal de guerra. Los tres jinetes del Apocalipsis: Stalin, Hitler y Mao son los héroes del siglo XX, cuya popularidad alcanzó niveles míticos. Lo peor es hay pequeños criminales de guerra (Fidel Castro, Daniel Ortega, etc.) que todavía están en el poder y son considerados héroes. Pinochet todavía tiene base social. La dictadura argentina tuvo base social. Pablo Escobar Gaviria hasta es considerado santo por muchos aldeanos pobres, porque les puso luz eléctrica, agua, hospitales, que es la mejor manera para comprar una base social sin conciencia. Tiene su santuario. Ver: La Virgen de los Sicarios de Fernando Vallejos.
Bien dicho (o escrito) Raoul Shade.
no me parece, pero bueno.
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