Ya lo anunciamos al comienzo de la semana: el Premio Príncipe de Asturias 2010 iba a ser entregado a la brevedad y eran muchos los candidatos que se perfilaban como ganadores. Por ese entonces, varios exponentes del mundo de las letras creían que esta edición del galardón tendría como vencedor a escritores como José Saramago, Nicanor Parra, Ana María Matute, Harold Bloom o John Le Carré, pero esos pronósticos fallaron.
Quien se quedó con este reconocimiento que el año pasado realzó la carrera de Ismail Kadaré fue Amin Maalouf, un autor libanés afincado en Francia que tiene en su haber títulos como «La roca de Tanios», «León el africano», «Samarkanda» y «Los jardines de luz».
Si bien el jurado tuvo la difícil responsabilidad de elegir a un único ganador de entre numerosos escritores talentosos, la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, consideró que, en esta ocasión, el fallo «ha sido soberbio». Desde su punto de vista, la obra del novelista favorecido constituye «una visión optimista del Mediterráneo».
Por su parte, reproduce la agencia EFE, la catedrática de Literatura española Rosa Navarro Durán ha opinado que Maalouf es un hombre de pensamiento «potente» y una capacidad creativa extraordinaria que logra hacer de sus textos «un lugar para la tolerancia y la convivencia».
Como no podía ser de otra manera, los elogios para el literato nacido en Beirut el 25 de febrero de 1949 no terminaron allí. Quien también halagó a Maalouf fue Víctor García de la Concha, el director de la Real Academia Española. Para él, citan desde ADN.es, Amin merece este premio por haber sabido crear «un puente entre las culturas del Mediterráneo».
Gracias al jurado, el también creador de «Las cruzadas vistas por los árabes» se ha beneficiado con cincuenta mil euros, además de haber obtenido un diploma, una insignia acreditativa y una escultura.
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Comentarios1
Mil felicidades Pues un premio como ese no se gana solo con sentarse a pensarlo! ^_^
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