Murió José Saramago y el mundo ya lo extraña

Todos algún día dejaremos de existir, pero cuando la muerte se lleva consigo a personas que, por personalidad o trabajo, lograron trascender las fronteras y dejar una huella importante en la Tierra, el dolor parece hacerse más profundo.

José Saramago Hoy murió José Saramago, el destacado intelectual de origen portugués que, además de haber demostrado en varias oportunidades sus aptitudes literarias, no dudó en mostrar un compromiso ideológico que lo convirtió en objeto de censura y persecusiones.

El hombre que, a lo largo de su trayectoria, supo ganarse el respeto y la admiración de personas de diversas partes del mundo había nacido en Azinhaga el 16 de noviembre de 1922.

Conoció Lisboa, Argentina y las obligaciones laborales con pocos años de vida, ya que por distintas circunstancias familiares hubo viajes y responsabilidades que asumir a temprana edad. Era todavía joven cuando, alejado del ámbito académico por falta de recursos económicos, decidió trabajar en una herrería mecánica para poder colaborar con sus padres. La lectura, por ese entonces, ya le apasionaba y lo había convertido en un visitante frecuente de la biblioteca pública de su barrio. Al crecer, ese profundo interés que sentía por el mundo de las letras le dio el impulso necesario para probar suerte como escritor.

Legado biográfico, poético y narrativo

Si uno analiza la obra de Saramago advertirá que no todas sus creaciones literarias han alcanzado el mismo grado de trascendencia, pero también notará que ninguna ha pasado desapercibida. El hecho de describirlo como un autor iluminado y con talento para la escritura escapa, sin duda, a la nota necrológica: hay evidencias de sobra que demuestran que este miembro del Partido Comunista Portugués sabía valerse de la escritura para expresar sentimientos, comunicar ideas y hasta para provocar reacciones sociales.

«El Evangelio según Jesucristo», «El viaje del elefante», «Las pequeñas memorias», «Memorial del convento» y «La caverna», por citar algunos trabajos de su autoría, son obras que no sólo le ofrecen al lector la posibilidad de desarrollar el saludable hábito de la lectura sino que también le brindan la oportunidad de descubrir diferentes aspectos de la personalidad y el pensamiento de este hombre que dejó de existir en el día de la fecha a la edad de 87 años.

Seguramente, la conmoción social generada por su fallecimiento provocará que, desde hoy y por algún tiempo más, todos sus libros recobren vigencia. Algunos aficionados a la literatura, tal vez, elijan releer sus textos para recordarlo como una figura importante para el universo literario, mientras que otros llegarán a descubrir su legado motivados por la curiosidad de saber por qué se asegura que hoy, con la partida de Saramago, el mundo de las letras ha experimentado, una vez más, el desamparo que surge a partir del deceso de sus grandes exponentes.

La noticia más triste

Nunca, por más que uno sepa que la muerte se aproxima, se está preparado para enfrentar el fallecimiento de un ser amado o admirado. Por eso, cuando se informó que la vida del también creador de «La balsa de piedra», «El hombre duplicado» y «Las intermitencias de la muerte» había llegado a su fin tras sufrir las consecuencias de una larga enfermedad, en varios países el clima se volvió gris y numerosas personas comenzaron a manifestar su tristeza ante esta realidad que nadie deseaba enfrentar.

Enterada de lo ocurrido, Carmen Caffarel, la directora del Instituto Cervantes, no dudó en difundir un comunicado para manifestar su pesar por la pérdida del «más firme heredero de una larga tradición: el iberismo portugués». Para ella, reproducen desde 20Minutos.es, quien fuera distinguido en 1998 con el Premio Nobel de Literatura supo «mirar con su agudo sentido crítico muchas de nuestras llagas: la muerte, las guerras y los abusos de poder».

Su apreciación también fue compartida por Pilar Reyes, la directora editorial de Alfaguara, quien expresó estar de luto por esta «doble pérdida» que deja al mundo sin la riqueza y la «conciencia crítica» de un hombre que, además de escritor, fue ciudadano. A través de su blog y sus intervenciones públicas, consideró Reyes, el autor de «Ensayo sobre la ceguera» demostró estar «involucrado con su tiempo».

Para resumir lo que muchos seres humanos sienten por estas horas, José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente del gobierno español, optó por enviar a Pilar, la viuda de Saramago, un telegrama en el cual le aseguró que «esa balsa de piedra que él cantó, la que une más allá de fronteras a España y Portugal, siente la pérdida de una de sus voces». Líneas abajo, el mensaje aseguraba: «españoles y portugueses compartimos hoy el mismo dolor, pero también el ejemplo que nos deja su legado de solidaridad, inteligencia y afecto», tal como cita Diario de Yucatán.

La tristeza también se extendió hacia Argentina, un país que el portugués solía visitar con frecuencia. Allí, por ejemplo, los organizadores de la Feria del Libro de Buenos Aires sostuvieron ante la prensa que se lo «va a extrañar mucho», mientras que el escritor y traductor Santiago Kovadloff prefirió recordarlo como «un gran luchador de la democracia» que realizó «un aporte fundamental» tanto para el reconocimiento de «los dilemas modernos» como para el de la literatura portuguesa en el mundo.

Por la trascendencia e importancia de la figura que se ha ido, las repercusiones fueron numerosas (hasta los representantes de la organización ecologista Greenpeace lamentaron el deceso de este escritor que defendió siempre «los derechos humanos y la causa por el medio ambiente») y resulta imposible dar cuenta de todos los comentarios, pero sí se los puede sintetizar como palabras repletas de admiración y nostalgia procedentes de distintos países que despiden con resignación y dolor a un grande del mundo de las letras.

Saramago y la muerte

Muchas fueron las frases que José Saramago construyó con la muerte como inspiración. Hoy, a través de este artículo, nosotros las evocaremos como expresiones interesantes con la ilusión de que se haya ido tal como suponía o imaginaba al decir, por ejemplo, que esperaba partir de este mundo como había vivido, «respetándome a mí mismo como condición para respetar a los demás y sin perder la idea de que el mundo debe ser otro y no esta cosa infame».

Si bien para él la muerte se reducía a «entrar en la nada y disolverse en ella», no hay que olvidar que, desde su punto de vista, la única defensa de la humanidad contra la inevitable desaparición física es el amor. Recordémoslo, entonces, con un gran afecto y con la cuota de admiración que merecen los hombres que, como él, nos han enriquecido con su sabiduría, su compromiso y su labor. Después de todo, sólo se podrá extrañar su presencia física, porque su espíritu seguirá vivo para siempre en cada uno de los libros que forman parte de su prolífica producción literaria.

Entrevista a José Saramago

Comentarios7

  • Marta Salazar

    Que descanse en Paz, este gran escritor portugués.

  • Chico Chevere

    Hace unos minutos lei este tweet "Hoy solo murio una poco de Saramago. El otro Saramago sobrevive, y para que viva mas hay que leerlo", y es la verdad Saramago murio solo en cuerpo, pero su legado leterario vive! y vivira mientras tu y yo lo leamos.

  • ll diavolo

    caramba, es una pena que el mundo pierda a este gran ser humano
    que descanse en paz

  • Pruden

    Yo también le deseo el mejor de los descansos y le agradezco tantos buenos ratos como he disfrutado con su Obra. Hasta siempre!

  • Rafael Merida Cruz-Lascano

    Todo el circulo literario en el mundo, estamos consternados por tan sensible pédida, pero con certeza sabemos que EL POETA NUNCA MUERE, y lo mantendremos redivivo...

    Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano
    "Hombre de Maíz" Guatemala C.A.

  • Lena

    Hasta los sabios mueren, también los escritores
    E.P.D.

  • JUANCARLOS

    LOS POETAS, LOS ESCRITORES, LOS PADRES Y MADRES LOS SERES QUERIDOS, LOS GRANDES, NUNCA MUEREN GENERACION TRAS GENERACION VIVIRAN EN NUESTRAS VIDAS Y NUESTRAS AMADAS GENERACIONES PERPETUAS, MAS AUN SI HAN DEJADO SU LEGADO EN LETRAS, VERSOS O ROMANZAS, EL TIEMPO NO NOS BORRA, NUESTRO LEGADO PERDURARA, POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.
    HACI COMO EXTRAÑARE A GABRIELA, A PABLO, A BENEDETTI, EXTRAÑARE A SARAMAGO.
    SINCERAMENTE JC. ROMAN



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